La actriz Erin Doherty está teniendo un momento de gran visibilidad gracias al éxito de la nueva serie de Netflix (brutal, por cierto), Adolescencia. En una entrevista en el podcast How to Fail with Elizabeth Day, la actriz británica de 32 años reveló que no fue hasta sus veintidós años que se dio cuenta de que era lesbiana.
Doherty explicó que durante mucho tiempo siguió las expectativas sociales, manteniendo relaciones con hombres que no le resultaban plenamente satisfactorias. Hasta que probó con una mujer. “Fue alucinante y me sentí como si hubiera vuelto a casa. Pensé: ‘Vaya, esta es una parte de mí que nunca había llegado a conocer’, lo cual fue una locura'”.
Erin, quien también interpretó a la princesa Ana en The Crown, conoció en 2017 a la que es su actual novia, la actriz de televisión y teatro Sophie Melville. La pareja vive en el norte de Londres, y señaló que la relación es su “mayor logro”, pero insistió en que “nunca se postulan para los mismos papeles”.

Suelen ser bastante reservadas con su relación, pero en algunas entrevistas han compartido lo importante que ha sido su amor para su crecimiento personal y profesional. Que se apoyan y se cuidan en todos los aspectos En 2022, Erin le dijo a Porter que su novia: «Me ha ayudado a estar muy sana. Antes me quedaba en casa comiendo una bolsa de chocolates y ahora tenemos una ensalada de col rizada».
En Adolescencia interpreta magistralmente a una psicóloga. Pero la actuación no es lo único que se le da bien. Juega tan bien al fútbol que la fichó el Chelsea. Pero no podría dedicarse profesionalmente a ambos, así que tuvo que elegir.
La actriz también destacó la importancia de la visibilidad de las mujeres lesbianas en la sociedad. Al crecer sin referentes que le mostraran que ser lesbiana era una opción, le llevó más tiempo aceptar esa parte de su identidad. Ahora, considera fundamental ser una mujer gay visible para que otras personas puedan verse reflejadas y reconocerse en historias similares.
La apertura de Erin Doherty sobre su viaje personal hacia la aceptación de su sexualidad resuena con muchas personas que pueden enfrentar desafíos similares. Su historia, junto a la de Sophie Melville, subraya la importancia de la representación y la visibilidad en los medios y en la sociedad en general, ofreciendo esperanza e inspiración a quienes buscan comprender y aceptar su propia identidad.