Curiosa manera de referirse a la ex novia de su hija
El pasado sábado Agatha Ruiz de la Prada estuvo en el plató del programa inacabable e inabarcable de Sálvame, (Tele 5) donde tantas otras veces ha estado. Esta vez se llevó a su hija, también diseñadora, modelo y empleada de la firma de su madre. Su hija Cósima es bisexual, como bien quiso ella misma decir un par de años atrás en Vanity Fair.
Hasta aquí todo normal.
Cósima es una persona divertida y cercana, pero también es bastante celosa de su vida privada, por lo que someterse a las salvajes preguntas de presentador y colaboradores la dejó un poco shockeada. No así a su madre, que es una fiera absoluta de la tele.
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Entre otras muchísimas cosas, les preguntaron por la bisexualidad de Cósima, y he aquí donde tenemos cosas que agradecer y cosas que reprobar en la actitud de madre e hija. Nos partimos de la risa, pero también se nos levantó la ceja, cuando Agatha dijo que la “ex amiga” de su hija era tan perfecta, guapa, estilosa e interesante que toda la familia se enamoró de ella y que le hubiera encantado que tuviera un hijo con su hijo Tristán (hermano de Cósima). ¿¿¿WTF??? La pobre Cósima sonreía hasta el infinito y miraba para otro lado mientras su madre soñaba con reproducir a su exnovia con su hermano.
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Más allá de histrionismos, la cosa es que el término “amiga” fue lo más chirriante de la conversación. ¿Nadie en esa familia era capaz de decir “N.O.V.I.A”? ¿Es que en temas de la farándula tenemos que escuchar siempre lo de “mejor amiga”, “amiga de mi hija” y cosas así? -Foto inferior: Cósima posando con la revista en la que contó que el amor de su vida fue una mujer-.
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Luego Cósima, acosada a preguntas, quiso explicar que no necesitaba etiquetarse y que la sexualidad es algo libre y que no nos define como personas. Cierto por un lado, pero erróneo cuando Cósima dijo que igual un día puede ser bisexual y al siguiente asexual. Cósima, respetamos sobremanera cómo te levantes por la mañana, pero la bisexualidad no es un estado pasajero, como lo es para el agua pasar de líquido a gaseoso y de gaseoso a hielo. Y esa es una de las principales reivindicaciones de la comunidad bisexual: “No somos una fase, somos una orientación sexual como las demás”.
La sensación que me quedó es que se sentía un poco abrumada entre tanta pregunta y tanto concepto, pero lo cierto es que si, como ella bien dice, se enamora de la persona independientemente de su sexo, no deja de ser bisexual porque esté en una etapa asexual, porque un día se case con un hombre o porque no tenga relaciones el resto de su vida.
Igualmente te admiramos, Cósima, por salir del armario en un mundo a veces tan carca.
