“Todo saldrá bien”, nueva película sobre el amor lésbico cuando no hay derechos legales

Imagina compartir tu vida con alguien durante 30 años. Compartir casa, secretos, rutina, viajes, cenas, risas y preocupaciones. Imagina que esa persona fallece de forma repentina. Imagina, además, que no hay testamento. Ahora imagina que, en vez de recibir consuelo, te enfrentas a una familia que, aunque siempre fue cordial, ahora se siente con derecho sobre la casa que era vuestro hogar, tus recuerdos… y tu vida.

Esto es lo que nos cuenta Todo saldrá bien, la nueva película lésbica del director hongkonés Ray Yeung (Suk Suk), que se estrena en unos días en España, una historia poderosa, íntima y dolorosamente real, que no solo retrata la historia de Angie y Pat, dos mujeres que han compartido tres décadas juntas, sino también la vulnerabilidad legal y emocional que aún viven muchas parejas lesbianas en el mundo.

Cuando Pat muere sin haber dejado testamento, Angie se queda en tierra de nadie. Porque, aunque eran pareja de hecho, su relación no tenía reconocimiento legal. Y eso, en Hong Kong –y en tantos otros países– lo cambia todo.

La familia de Pat entra en escena y, aunque durante años compartieron celebraciones y aceptaban de buena gana a Angie, ahora solo ven una casa… y una oportunidad. Porque en Hong Kong, donde los precios de la vivienda son tan desorbitados como las desigualdades, una propiedad puede despertar el lado más oscuro incluso de quienes decían quererte.

Todo saldrá bien pone sobre la mesa un tema que, aunque parezca de película, es el día a día de miles de parejas LGTBI+ en todo el mundo. En países donde aún no existe el matrimonio igualitario, donde no se reconocen las uniones civiles, o donde los testamentos no se respetan si no están notarialmente blindados, el duelo se convierte en una pesadilla legal.

Y no, no se trata de casos aislados. La historia de Angie podría pasarle a cualquier mujer lesbiana que no haya podido casarse, o que simplemente, como tantas personas, nunca pensó que necesitaba dejarlo todo por escrito.

Porque la ley no siempre entiende de amor. Entiende de papeles. De firmas. De derechos (y de la falta de ellos).

¿Qué es una familia?

El film nos invita a cuestionar qué significa realmente “familia”. ¿Son los lazos de sangre más importantes que los 30 años compartidos con una pareja? ¿Quién tiene más derecho: una sobrina lejana o la mujer que sostuvo la mano de Pat cada noche?

Estas preguntas son incómodas. Pero necesarias. Porque en muchos países, si no hay testamento, la ley da la razón a los parientes legales, no a quien compartió la vida contigo. Y eso es un problema para todas las parejas LGTB que, por leyes injustas o burocracias inflexibles, no pueden proteger su vínculo.

La película cuenta con dos grandes actrices: Patra Au Ga Man, una veterana de la escena teatral hongkonesa, y Maggie Li Lin Lin, quien regresa al cine tras 30 años alejada de los focos. Ambas ofrecen una actuación delicada, contenida y profundamente conmovedora.

Lo que vemos en pantalla no es solo una historia de amor. Es una denuncia, una llamada de atención, y también un homenaje a todas esas mujeres que han amado en silencio, que han sido invisibles, y que hoy siguen luchando por su dignidad y su lugar.

Todo saldrá bien es una película necesaria. No solo porque representa al amor lésbico con madurez y respeto, sino porque nos recuerda por qué sigue siendo urgente legislar para que todas las formas de amar estén protegidas, y que a veces, sin derechos, las cosas no salen tan bien.

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