The Japanese house, la música británica visiblemente lesbiana, debuta con Good at falling

Amber Bain, más conocida como  The Japanese House, es una de las nuevas promesas británicas de la música electrónica. Debuta con Good at falling, un álbum que, ciertamente, tiene reminiscencias de la música de su ex, Marika Hackman, de la que os hemos hablado varias veces en Mírales. Sin duda se han influido mutuamente, y posiblemente lo hagan hasta hoy, porque son buenas amigas. “A las lesbianas  nos gusta ser amigas de nuestras ex”, le decía recientemente a Shangay, y no le falta razón como bien sabéis.

Lee Marika Hackman, la música lesbiana que está arrasando con su segundo álbum

Amber ha pasado por Madrid para promocionar su debut e, igual que Marika, Amber nos ha explicado que su vida personal determina la música y la letra de sus discos. “El problema es que a veces soy demasiado sincera (…) tal vez no debería hablar tanto de mis relaciones, pero soy consciente de que, dado el disco que he hecho, no me queda otra. Y ser honesta resulta liberador. Es absurdo que no podamos compartir todo aquello que nos preocupa; yo, desde luego, confío en hacerlo siempre”. 

Esta forma de ser de Amber es una de las razones que la convierten en todo un referente lésbico en su país, y en el mundo de la música en general, algo todavía necesario.

Lo gracioso es que su disco habla todo el rato en términos de ruptura, cuando en realidad lo escribió durante su relación con Marika. Se ve que a veces la intuición muestra en el arte sus conclusiones.. “We don’t fuck anymore / But we talk all the time so it’s fine” es una letra bastante esclarecedora, la verdad. Una letra que, confiesa, dejó ojiplática a Marika. Aun tras la ruptura -cómo somos las lesbianas- Amber le pidió a su ex que protagonizara junto a ella un videoclip del single oficial, Lilo. Confiesa que fue muy raro rodarlo, como un viaje por su amor y su ruptura, duro pero gratificante. 

Sobre su salida del armario Amber es igualmente sincera. Confiesa que sentía un profundo rechazo hacia sí misma cuando se dio cuenta de pequeña que era lesbiana, “ya me sentía lo suficientemente distinta a los demás como para encima ser lesbiana”, y que fue a través de sus referentes LGTB que empezó a aceptarse, por lo que, aunque no es una activista al uso, puede ver el valor positivo de ser un referente lésbico para otras chicas. “Si solo por ser como soy puedo ayudar a alguien, genial”.

Lee también La compositora lesbiana Brandi Carlile arrasa en los Grammy

 

Comparte este artículo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio