“Quiero hacer una revista para lesbianas, ¿te gustaría sumarte al proyecto?”. Eso podía leerse en el letrero que hace seis años colgué en Berkana, la librería especializada en literatura LGTB de Madrid.
Rápidamente mi correo electrónico fue recogiendo el entusiasmo de chicas y chicos que querían lanzarse a la aventura de crear un medio de comunicación para nosotras.
Era el verano de 2009. La ley del Matrimonio Igualitario cumplía cuatro años en España. En el mundo, sólo 7 países permitían el matrimonio homosexual, y la invisibilidad lésbica nos envolvía como una nube espesa. Las lesbianas salíamos en las noticias sólo como tristes víctimas de crímenes y actos homófobos. Aún faltaban años para que la mayoría de actrices, modelos, deportistas, políticas, presentadoras y famosas lesbianas y bisexuales que hoy son nuestros referentes salieran del armario. Faltaba aún para que las grandes marcas incluyeran parejas homosexuales y familias homoparentales en sus anuncios, contribuyendo a la normalización.
2009 fue el año en que Eudy Simelane, ex jugadora de la selección nacional de fútbol de Sudáfrica y activista por los derechos LGTB, fue violada y brutalmente asesinada por un grupo de hombres que se cobraba la “no heterosexualidad” con la muerte. El caso de Simelane puso en el punto de mira la realidad de mujeres lesbianas en Sudáfrica (y en muchos otros países), cuya homosexualidad intentaba ser “corregida” con la violación. Según la organización LGTB que ayudaba a las víctimas, en ese entonces se registraban al menos 10 casos por semana.
¿Qué queríamos conseguir con MíraLES? Buscábamos crear el medio que nosotras deseábamos leer. Queríamos conocer la situación de otras mujeres LGTB en el mundo, denunciar, estar informadas de cine, literatura, televisión. Queríamos saber de maternidad, viajes, rescatar a las mujeres que la historia convencional insistía en borrar. Queríamos empoderarnos, queriamos reírnos, escribir y leer de parejas, de amor, de desamor, de sexualidad. Informar de salud sexual entre mujeres, asignatura pendiente de muchos ginecólogos, queríamos situar la “visibilidad” como la herramienta de nuestra libertad, y entregar el apoyo y la fuerza necesaria a quienes no se sentían cómodas y felices siendo quienes eran.
También queríamos estar presentes y visibles más allá de las redes, por lo que así nació el Festival de Ocio y Cultura Lésbica MíraLES, las fiestas, los ciclos de cine, las charlas y encuentros.
Al parecer, lo que queríamos también lo querían muchas mujeres, por lo que nuestro proyecto MíraLES creció de forma rápida y sostenida. Nos convertimos en la revista para mujeres lesbianas más leída en España y América Latina.
Hoy miramos atrás con orgullo y alegría. Porque en el camino, como en todos los caminos, hubo buenos y malos momentos. Senderos en círculos, otros oscuros. Porque aprendimos mucho mientras caminábamos, sobre todo cuando caíamos. Pero todo ha valido la pena, la alegría, la visibilidad.
Hace un año lanzamos Oveja Rosa, la primera revista para familias homoparentales. Y hace tres meses lanzamos el primer ejemplar de MíraLES en papel, revista de distribución gratuita.
Los medios de comunicación generalistas han registrado nuestra trayectoria y nuestro papel en el mundo lésbico, como La Sexta, El País, Cuatro, El Mundo, Huffington Post, Cosmopolitan, Público…, permitiéndonos llevar nuestra labor de visibilidad aún más lejos.
Hoy quiero agradecer personalmente a todas las colaboradoras, por permitirnos llegar donde hemos llegado. Y quiero agradecerte a ti, a nuestra lectora, por apoyarnos y seguirnos.
¡Muchas gracias por este sexto cumpleaños!
Mi más sincera enhorabuena. Todas sabemos bien lo difícil que es mantener un medio de comunicación vivo en la selva de internet. Muchos ánimos a todo el equipo y que sean muchos años! 🙂
Mi enhorabuena por estos años de trabajo realizado, ¡¡ y por los que vendrán !!
Aún recuerdo las primeras jornadas realizadas por Extremadura Entiende, en la que también participásteis la primera vez. Desde entonces ya ha llovido, eh? y sobre todo hemos ido consiguiendo muchos logros. Vosotras, nosotras, el activismo en general… así que mi reconocimiento por vuestra aportación, por la visibilidad que prestais a nuestro colectivo, por el acompañamiento y la información a tantas mujeres…
Y sigamos luchando por mejorar cada día un poquito más…
Un abrazo compañeras.