“Cuba´s LGTB revolution” no es un documental más de HBO. La cinta supone un hito para el pueblo cubano, ya que es la propia Mariela Castro, sobrina de Fidel Castro, quien explora la lucha y reivindicación de homosexuales y transexuales en Cuba.
La hija del presidente Raul Castro recorre toda la isla, desde La hermosa Habana hasta los rincones más recónditos de las montañas de Sierra Maestra, donde entrevista a dos campesinas lesbianas. Mariela es, además de una mujer comprometida, una reputada sexóloga que no lo ha tenido fácil en su proyecto aun siendo quien es: “Sabía que no iba a ser fácil (luchar contra la homofobia), incluso para una persona con el apellido Castro” dijo ante la audiencia de la ONU en el pre-estreno, explicando que tuvo que convencer a los Castro de que dieran carta blanca a su proyecto.
La ONU aplaudió el pre-estreno de este valiente trabajo que muestra los cambios que hoy acontecen en una tierra hasta hace poco castradora para con las mujeres y las personas LGBT. El resultado de la cinta nos convierte en testigos de la otra revolución cubana; la de la diversidad.
Este imprescindible documento no trata de endulzar en ningún momento la parte oscura de la revolución castrista: Durante el régimen se encarceló y envió a campos de concentración a cientos de homosexuales, entre los que se encontraba el famoso poeta Reinaldo Arenas. “Me molestaba que la revolución no fuese capaz de superar los prejuicios homofóbicos”, afirma Mariela, quien encuadra este trabajo como otra labor más de su función como directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
El film, que se estrena esta semana en EEUU, esta dirigido por Jon Alpert, e incluye testimonios tan dolorosos como el de Luis Pérez, quien trabajó dos años en las “Unidades Militares de Ayuda a la Producción”, UMAP, donde los homosexuales eran obligados a hacer trabajos forzados en el campo. “La revolución era totalmente homofóbica. Nosotros los gays sufrimos muchísimo ahí (…) Me pisotearon el alma”, cuenta Pérez en la cinta.
Otro valioso testimonio lo da Juan, un hombre transexual que logro someterse a una reasignación de sexo a los 60 años gracias a la ayuda de Mariela. En un momento del documental, Juan explica cómo le sacaron un músculo de la pierna y con él crearon un pene. “Es mi Pancho”, dice con sonrisa pícara. “¡Y funciona perfecto!”.
El leitmotiv de la diputada Mariela Castro es muy claro: “Vamos a recordar para sanar”. Una sabia frase que bien puede valer para que la historia, de una vez por todas, deje de repetirse.
Castro, que encabeza cada 17 de mayo la “conga contra la homofobia” en La Habana, afirma que su lucha empezó cuando un hijo de amigos de su familia se suicidó porque su padre lo prefería muerto que gay. También se inspiró en su madre Vilma Espín, que luchaba por los derechos de las mujeres.
Además de documentar a la sociedad, algo tan importante en un país donde el acceso a la información es un lujo, la sexóloga afirma que pretende lograr el matrimonio igualitario en Cuba, a través de una reforma constitucional. “Estoy segura de que lo vamos a conseguir” son las tranquilizadoras palabras que la sobrina de Fidel Castro dirige a su pueblo.
Mucha gente ha asumido que es lesbiana por implicarse de tal manera en la causa lgtb, sin embargo Mariela, que ha afirmado que no es lesbiana pero que le es indiferente que la señalen como tal, es un ejemplo para el mundo entero de que la lucha por los derechos humanos y la diversidad es de todos,y no solo de los sujetos implicados. Venceremos la homofobia, la transfobia, la xenofobia y la misogonia cuando luchemos juntos blancos, negros, hombres, mujeres, cisexuales y transexuales.
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Hola Trump!
Como has decidido limitar una vez mas la libertad de los ciudadanos de medio mundo endureciendo el embargo, se nos ha ocurrido que queremos hacer de Cuba la isla màs marica-amiga alias gay-friendly de la tierra para que todos esos homosexuales que detestas gocen la papeleta en tus narices, cojan sol, tomen cocktails y bañen en las playas màs vìrgenes sin que colectes un peso.
Total, tu no eres eterno Y la locura nuestra revolucionaria SI lo es!