Andalucía es una de las pocas comunidades que no excluye a las mujeres solas o con pareja femenina del acceso, dentro de la sanidad como servicio público, a la reproducción asistida. Sin embargo, no son más del 2% las parejas homoparentales que recurren a estos tratamientos, con respecto a las parejas heteroparentales. El doctor Luis Martínez Navarro, responsable de la Unidad de Reproducción Humana Asistida del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, explica a MiraLes cuáles son las técnicas más empleadas y cómo acceder a ellas.
¿Cómo accede una pareja formada por dos mujeres a los sistemas de reproducción asistida que se ofrecen en el sistema sanitario público de la Junta de Andalucía?
Las parejas de mujeres acceden como cualquier pareja heterosexual. Tras solicitar su deseo de descendencia a su médico de familia, este las remite a la Unidad de Reproducción de su área. Actualmente, y desde hace años, la comunidad andaluza presta atención reproductiva a cualquier mujer sola o con pareja femenina.
¿Cuáles son los requisitos para el acceso?
Los requisitos para acceder a los tratamientos de reproducción están definidos en la Guía de reproducción asistida del sistema sanitario público andaluz. Los límites están basados en la edad (la paciente debe de tener menos de 40 años al inicio del tratamiento); peso (debe de tener un índice de masa corporal menor de 32); y como marca la Ley de reproducción española, debe de tener un buen estado de salud. Cualquier mujer que cumpla estos requisitos puede acceder a los tratamientos de reproducción humana asistida.
¿Qué técnicas se están empleando actualmente y qué las diferencia o por qué decantarse por unas u otras?
Las técnicas habituales son la Inseminación artificial intrauterina y la FIV-TE/ICSI. La primera de ellas consiste en la introducción de semen preparado dentro del útero, mientras que la segunda es más compleja y requiere extracción de óvulos de la paciente, fecundar dichos óvulos en el laboratorio consiguiendo embriones y, posteriormente, se transfieren dichos embriones al útero.
El decantarse por una u otra depende de factores clínicos como la edad de la mujer, cirugías previas, valoración de su reserva folicular y la normalidad de su aparato genital interno, fundamentalmente de la permeabilidad de sus trompas de Falopio.
¿Qué opina del cada vez mayor retraso de la edad escogida por la mujer para la maternidad?
Que dificulta la posibilidad de concepción. A mayor edad es más difícil quedar gestante. Los mejores resultados se obtienen en mujeres menores de 35 años. Las mujeres tienen que concienciarse de que la capacidad de gestar está limitada por su edad y de que si quieren facilitar su proyecto maternal deben intentar los tratamientos en edades no tardías, lo ideal, antes de los 35 años y apurando un poco por debajo de los 37 años. A partir de esas edades, las tasas de gestación bajan considerablemente, aumentando otras patologías como los abortos.
¿Qué riesgos existen debido a este aumento de madres “mayores”?
Depende de dónde se ponga el límite para definir mayores. Hasta los 40-42 años para la madre supone un discreto aumento de patología obstétrica derivada de la edad: aumento de hipertensión o diabetes, pero esto está bastante controlado y no debe ser un inconveniente para buscar embarazo. Sí supone un incremento de abortos y un mayor riesgo de alteraciones cromosómicas en los niños, lo que requiere un estudio adecuado en el primer trimestre del embarazo para intentar identificar los niños afectos. Estos estudios están bien protocolizados en el control del embarazo.
¿Cuáles son los pasos que debe de seguir una pareja de dos mujeres que quieran quedarse embarazadas?
Deben acudir a un centro de reproducción para hablar con el especialista en reproducción humana, que es quien mejor las puede asesorar en el tratamiento ideal para cada caso.
¿Cuál es el tiempo de espera media desde que se plantea esta situación hasta que se accede a empezar el tratamiento?
El tiempo de espera en el sistema público para acceder a un tratamiento depende de la técnica a realizar y de la comunidad autónoma donde se solicita. En Andalucía, la Inseminación Artificial no tiene prácticamente lista de espera. Para FIV-TE, la espera entre la primera consulta y la realización de la técnica es de unos 18 meses.
¿Con qué recursos dispone en estos momentos el SAS para desarrollar esta prestación?
El SAS tiene una unidad de reproducción asistida avanzada en cada provincia, siendo la comunidad autónoma con más unidades de reproducción. Por otro lado, para técnicas básicas como la inseminación artificial, prácticamente todos los hospitales andaluces están ofertando dicha técnica de reproducción.
¿Considera que existen falsos conceptos o percepciones de la sociedad sobre la reproducción asistida?
Las técnicas de reproducción asistida son muy conocidas por la sociedad pero siguen existiendo algunos tabúes y errores. Para mí el mayor problema es que muchas pacientes piensan que estos tratamientos resuelven de manera fácil y en todos los casos los problemas de esterilidad y cuando el embarazo no ocurre rápidamente provoca a veces gran ansiedad en la paciente y la pareja. Las técnicas de reproducción son muy eficaces pero tienen sus límites y aquí interviene la opinión del experto, que debe tabular qué tratamiento debe realizarse y qué posibilidades tiene cada mujer de forma individualizada.
Texto: Patricia Gardeu http://patriciagardeu.blogspot.com.es/
Fotos: El doctor Martínez Navarro, junto al equipo completo de la unidad. Cedidas por el SAS.
Lástima que en otras comunidades no tengamos ese derecho.
Enhorabuena por la entrevista con Martínez Navarro. Gran profesional.
Andalucía, siempre pionera en derechos y libertad.
Que suerte, a nosotras nos lo han cancelado a mitad del tratamiento