“Y sin embargo”, cómo amar a una mujer pero casarte con un hombre

La escritora argentina María Pia Poveda presenta en España su primera novela

María Pia Poveda (Buenos Aires, 1967) se hace dueña de las palabras del escritor uruguayo Mario Levrero y dice que uno escribe “sobre uno, sobre lo que conoce”, y que por ello los tres personajes de su novela, aun no siendo autobiográfica, tienen cosas suyas que la hacen, en cierta manera, identificarse con los tres. Se trata de la narradora (cuyo nombre no se revela), de Mía y de Miguel, tres almas errantes que conforman el triángulo de Y sin embargo, la novela que este febrero ha llevado a su autora hasta España para presentarla por ciudades como Madrid o Barcelona. “La publicación de la novela ha sido maravillosa; fue en un momento exacto y ha sido una forma hermosa de culminar un proceso de aceptación y visibilidad”, explica la autora.

Y sin embargo narra una historia de amor, “de elecciones, de celos, de sexo, de infidelidades y también de lealtad”. Cuenta la pasión que la narradora nunca deja de sentir, pese a que se case con un hombre, por su compañera y amiga Mía. “Es una novela amable, que se deja leer y a su vez cuestiona, hace pensar y nos hace pasar por diversos sentimientos y emociones”, explica la autora a MíraLES.

María Pía revela que una de las cosas que más le atraen del libro es cómo “permite un juego muy grande de miradas”. “Una mirada benevolente y compasiva hace que uno quiera profundamente a los tres personajes. Una mirada más exigente hace que uno los critique con la misma intensidad con que los quiere. Y otra intermedia hace que uno vea cosas saludables y no tanto en los tres”, explica. “Miguel es un hombre encantador, que hace que el amor y la tensión permanente que hay entre Mía y la narradora pueda vivirse. A quien más cuestionan las lectoras es a la narradora; no le perdonan la decisión de amar así a Mía”, añade.

Fácil creación, difícil edición

Respecto al proceso de escritura, la autora reconoce que la obra llevaba tanto tiempo dentro de ella, que cuando se puso a escribirla, “salía a borbotones, con mucha necesidad de contarse”. “Y un poco el triángulo aparece en la necesidad de la narradora de sentirse protegida o construir una coraza a su alrededor para vivir tranquila su amor por Mía. Miguel es una necesidad imperiosa para ella. Creo, que no podría haber tomado las decisiones que toma si no estuviera con Miguel”, agrega.

Algo más de trabajo le costó editarla. Sin embargo, esta muy contenta con el trabajo que han realizado en Egales. Además le enorgullece que en España haya editoriales destinadas específicamente a literatura LGTB, algo que —apunta— no sucede en Argentina. “En Argentina, en cuanto a los derechos y visibilidad, las leyes van más adelantadas que el sentimiento real de las personas. Es decir, tenemos leyes muy progresistas (como la ley de matrimonio igualitario que equipara el matrimonio entre personas del mismo sexo con el matrimonio entre personas de distinto sexo; y la ley de identidad de género, que permite a las personas mayores anotarse con el género al que pertenecen) pero mucha gente no acepta esas situaciones. De todas formas, creo que las leyes van marcando la tendencia hacia la que vamos yendo, y eso es muy positivo. Aún así, Buenos Aires no es lo mismo que otras ciudades más pequeñas donde aún falta mucho por hacer, y la visibilidad —aún en Buenos Aires—todavía es muy poca”.

En esta línea, la autora piensa que la literatura lésbica puede tener la función de “mostrar que las historias de amor, sexo, engaños, o lo que fuera que pase en alguna historia de amor entre mujeres, es tan natural y tan humana como cualquier otra. Y que todos esos sentimientos son similares en todos los casos”. En cualquier caso reconoce que la buena acogida del publico ha venido tanto por parte del publico homosexual como heterosexual: “Me han escrito chicas heterosexuales diciéndome que el libro les encantó, que se conmovieron con la historia. Tal vez, las chicas lesbianas han sentido mayor identificación, sobre todo con los procesos y luchas que muchas tenemos que vivir en la aceptación de nuestra sexualidad.”

Patricia Gardeu

Comparte este artículo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio