Definitivamente, se ha acabado el verano, no hay marcha atrás. Ha llegado el momento de dejar de pensar en las noches de fiesta, los días de festivales y olvidar los amores esporádicos de una noche con planes de boda incluidos desechados a la mañana siguiente mientras ingeríamos un ibuprofeno y nos prometíamos a nosotras mismas que esa había sido la última noche que bebíamos, pero sobre todo, ha llegado el momento de decir adiós a nuestro estupendo bronceado, el mismo que nos ha costado horas de esfuerzo y dedicación tumbadas al sol evitando quemarnos.
Es hora de hacer balance y replantearnos si las técnicas de ligue que hemos empleado estos últimos meses han funcionado todo lo bien que esperábamos o debemos desarrollar unas nuevas técnicas mejoradas para el verano siguiente. Por eso, como ayuda, me ofrezco a plantear unas técnicas que probablemente todas hemos utilizado y que no nos han acabado de funcionar correctamente.
LA SOCIABLE
Hablamos con todas las chicas del sitio con las que establecemos un mínimo de contacto visual y con las que no lo hemos tenido, lo buscamos nosotras, porque en ese momento nos creemos con carisma y picardía suficiente como para ligarnos a cualquiera de todas las chicas que se encuentran ahí esa noche, heterosexuales incluidas. Pero cuidado, ser simpática está muy bien, siempre y cuando no se note que pretendes ligar llamando su atención tan explícitamente y que prácticamente te da igual con quién.
Las horas avanzan y ya son las tres de la madrugada, como tu técnica no ha funcionado decides cambiarla y buscar otra de mayor eficacia, pasamos al plan B:
LA INTERESANTE
Ya no quieres hablar con todo el mundo, ahora quieres que alguien te encuentre a ti y parece que sabes cómo. Te plantas en medio de la pista de baile y te dispones a hacer un baile de lo más sensual y atrevido para despertar interés por ti en alguien. Lo que no sabes es que no es el equilibrio una de tus mayores cualidades en esos momentos y que aunque efectivamente sí llamas la atención, no es de la forma que tú esperabas.
Está a punto de amanecer, ya no estás tan dinámica, ahora simplemente buscas compañía, empiezas a asumir tu derrota, te sientes sola y generosa, por eso, en un último intento sueltas un:
ESTA RONDA LA PAGO YO
Oniria