Tatiana Delalvz es la autora, -lo lanzó el año pasado- de Los cafes cantantes, un álbum intimo e interesante que aborda, entre otras cosas, su propia salida del armario. “Saqué mi primer disco cuando sentí que había encontrado el amor de mi vida. Tenía claro que iba a hablar de mi”, le contaba recientemente a Shangay.
3 años de carrera como solista, donde toca todos los palos, incluido el flamenco. Una carrera que empieza a despegar hacia la fama desde que Amazon la seleccionara el año pasado -y este- para su festival de artistas emergentes Rompe.
Ella habla sin tapujos de su orientación sexual -es lesbiana- y sobre su ganas de convertirse en un referente LGTB. Tiene un estudio montado en su propia casa, por lo que consigue hacer las cosas a su manera y mezclarse con los músicos a los que ama.
En todo este contexto es que nace su canción Bubbaloo, su himno LGTB, que en una reciente actuación en Gran Canaria le supuso un quebradero de cabeza que enfrentó con orgullo. Y es que el público empezó a abuchearle e insultarle cuando se percató de la letra de la canción.
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“En un momento del show le di un beso a mi novia, que es mi coreógrafa y baila conmigo. Imagínate cómo se pusieron. Salí en shock de allí (…) Mi lucha no va a parar por cuatro niñatos, lo tengo muy claro, porque no quiero que mis sobrinos tengan que pasar por lo que he sufrido yo, sino que disfruten de la libertad que se nos debe”.
Tatiana está en pleno proceso creativo, acaba de lanzar Colabo con el artista Delacruz y ya está en posproducción de la siguiente, ahora con un rollo más bailongo que el de Los cafés cantantes. Estamos deseando escucharla.
