¿Por qué la Fecundación in vitro es uno de los mejores tratamientos para quedarte embarazada?

Los caminos para formar una familia son múltiples. Algunos son cortos y otros largos y agotadores.

Muchas veces nos contáis historias de interminables inseminaciones artificiales que jamás acaban en embarazo. Y es que aunque es cierto que la IAD es el tratamiento de reproducción asistida más económico y menos invasivo, es también el que tiene más bajas tasas de éxito. Suele estar indicado en algunos casos, como en pacientes jóvenes y con buena reserva ovárica.

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Por eso hoy queremos hablarte de la fecundación in vitro y sus fortalezas. Este tratamiento suele ser un camino más directo y fiable que la inseminación artificial.

¿De qué depende el éxito de una fecundación in vitro? Son varios factores, y uno de los más importantes está fuera de nuestro cuerpo: la clínica de fertilidad escogida. ¿En qué fijarse? En la tecnología de los laboratorios y el nivel de los profesionales que deben adaptar el tratamiento a nuestros casos particulares.

IVI emplea tecnología de última generación en sus tratamientos, además de estar a la vanguardia en investigación reproductiva.

¿Y una vez escogida la clínica, de qué depende el éxito de la FIV?

Como en todos los tratamientos de fertilidad, la edad y la calidad de los óvulos son factores muy importantes, pero no determinantes. Por ejemplo, IVI cuenta con una técnica de rejuvenecimiento ovárico pionera, que permite mejorar la calidad de nuestros óvulos cuando éstos no están respondiendo bien a los tratamientos.

Cuando nos hacemos una fecundación in vitro, el especialista analiza nuestra capacidad reproductiva y nos receta un tratamiento hormonal acorde a nuestra realidad. Durante 12 o 14 días estaremos pinchándonos hormonas en la tripa (tranquila, no duele nada) a la vez que somos evaluadas en la clínica mediante ecografías.

Este tratamiento hormonal permite que maduren más ovocitos de los que suelen crecer cada mes. Concluido este ciclo nos citarán una mañana a la clínica para, mediante sedación, extraernos los óvulos. Esto tampoco duele nada y solo toma unas horas de la mañana.

En el laboratorio fecundarán los óvulos con semen de donante. En IVI emplean la técnica ICSI, que es inyectar un espermatozoide por óvulo, aumentando así la tasa de fecundación. Desde la clínica nos irán informando cuántos embriones llegan al día 5.

Si quieres estar segura de que esos embriones son viables para un embarazo puedes estudiarlos con un test genético preimplantacional, lo que puede ayudarte a evitar abortos espontáneos o bebés portadores de enfermedades genéticas.

La clínica te ayudará a preparar tu útero (o el de tu novia) para transferir el embrión. A diferencia de una IAD, en la FIV suelen quedar embriones congelados, lo que hace que tener más hijos sea mucho más fácil, que no necesiten recurrir a más tratamientos de fertilidad, ya que solo consiste en transferir los embriones sobrantes.

IVI cuenta con altas tasas de embarazo en la FIV, siendo de un 69,7% en el primer intento y un 94,1 en el tercero.

Si quieres más información o pedir una cita, contacta aquí.

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