Orgullo y visibilidad: atletas lesbianas que están cambiando el mundo del deporte

Megan Rapinoe y Sue Bird, dos íconos en la lucha por la igualdad de derechos en el deporte. Sucesoras de leyendas como la gran Billie Jean King.

Es el mes de junio y las banderas arcoíris flamean, las voces de las comunidades LGBTIQ+ se aúnan para convocar a la sociedad a reflexionar sobre las identidades de género y su lugar en el mundo de hoy. Pero junio es un mes en el que también se celebra, la bandera arcoíris refleja el orgullo de un sector que ha demostrado saber cómo luchar por la conquista de sus derechos.

El avance en materia de inclusión de la comunidad LGBTIQ+ en comparación a décadas pasadas es innegable, aunque, claro, todavía queda un largo camino por recorrer e innumerables derechos por conquistar. Durante los últimos años, las mareas feministas han colmado las calles a lo largo y ancho del mapa mundial abriendo camino a las mujeres de la comunidad LGBTIQ+ en ámbitos históricamente dominados por los hombres.

Sin dudas, el rubro deportivo uno de los más desafiantes. Las atletas lesbianas alzan la voz en distintas disciplinas deportivas representando minorías y exigiendo igualdad de condiciones en una industria competitiva y hostil. El listado de atletas lesbianas que han cambiado el mundo deportivo es inabarcable, a continuación, algunas que han dejado una huella indeleble en la lucha.

Megan Rapinoe

Megan Rapinoe, una de las futbolistas más reconocidas a nivel mundial, no solo es conocida por su habilidad en el campo, sino también por su activismo. Rapinoe ha sido una defensora vocal de los derechos LGBTQ+ y de la igualdad de género. Su protagonismo en la comunidad no ha pasado inadvertido, como tampoco sus talentos deportivos.

Ganadora de múltiples títulos con la selección de fútbol de Estados Unidos, Rapinoe utiliza su plataforma para abogar por causas importantes, inspirando a muchas personas dentro y fuera del ámbito deportivo. Además, es una de las deportistas femeninas más populares en las apuestas de fútbol, destacándose tanto por su rendimiento como por su influencia en el deporte.

 

Sue Bird

Si hablamos de Megan Rapinoe, automáticamente se nos aparece el nombre de Sue Bird, la neoyorquina que marcó un antes y un después en el baloncesto femenino. Bird, además de ser un ícono deportivo, está casada con Megan Rapinoe desde 2020. Ambas conforman un dúo explosivo que inspira a atletas lesbianas de todo el mundo.

La impecable trayectoria de Sue Bird la llevó a quedarse con 5 medallas olímpicas de oro, 4 títulos en la Women´s National Basketball Association (WNBA) y 2 campeonatos ganados con el equipo Uconn, entre otros reconocimientos. Es la deportista femenina con más títulos en la historia del baloncesto, pero su fama trasciende sus logros deportivos, Bird resalta por su vital activismo en redes sociales.

Bird y Rapinoe han dejado una profunda huella en la lucha por la igualdad de género y el reconocimiento de las mujeres en el ámbito deportivo. Hoy, su alianza llega a las grandes pantallas, los fanáticos esperan expectantes la nueva serie Cleat Cut abocada al mundo del fútbol producida por estas dos atletas referentes del orgullo lésbico.

 

Billie Jean King

La lucha por los derechos de las mujeres en el deporte no comenzó ayer. Grandes leyendas como Billie Jean King han sido el puntapié para que hoy las mujeres puedan hacerse oír en diferentes partes del mundo. King fue una tenista estadounidense de los años 60´ – 70´. Ganadora de 12 Grand Slam, 16 triunfos en dobles femeninos y 11 en mixtos.

Su trayectoria deportiva la condujo al epicentro de las miradas del mundo deportivo, lugar que aprovechó para captar la atención. King no demoró en convertirse en un ícono de la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el tenis. Enfrentándose a hombres como Bobby Riggs, quien retó a King a jugar un partido luego de manifestar nefastas declaraciones sobre el rol de las mujeres en el tenis.

Las tenistas no tienen estabilidad emocional para ser deportistas y deberían restringir su actividad a la cama y a la cocina”, expresó. A los ojos de más de 100 millones de televidentes, King se llevó la victoria. Tiempo después se convertiría en una defensora de los derechos LGBTQ+, luego de reconocer abiertamente su lesbianismo. Hace solo 4 años que la Copa Federación pasó a llamarse Billie Kean King Cup, en honor a su ferviente activismo.

La apertura y visibilidad de estas atletas no solo normalizan la presencia de personas LGBTQ+ en el deporte, sino que también desafían los estereotipos y prejuicios existentes. La representación en el deporte tiene un efecto dominó, alentando a jóvenes atletas a sentirse seguros y aceptados, independientemente de su orientación sexual.

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