Partimos la semana con una denuncia, partimos señalando a una institución que discrimina a una mujer por su orientación sexual.
Esta es la historia de Carla Gatti. Tiene 21 años, reside en Buenos Aires y es Guardavidas. Carla quería seguir los pasos de su padre y formar parte del cuerpo de Bomberos, que en ese país funciona a través del voluntariado.
Carla estaba ya terminando su entrenamiento, y solo dos semanas antes de su graduación de bombera, el jefe de la estación la llamó a su despacho. No era una noticia agradable. Le daban la baja, ya no podía apagar incendios junto a ellos.
Son homófobos, pero no tan tan tontos. Quedaba feo decir que la echaban por lesbiana así que se sacaron de la manga inventar que era drogadicta. “Me dijeron que habían visto una foto mía armando un cigarrillo y dedujeron que era de marihuana, por lo que me acusaron de drogadicta“, contó a los medios. “Yo fumo cigarrillos armados. Me dijeron que esa foto era con un porro y hasta ya habían hablado con mis padres diciéndoles que yo era drogadicta. Nunca consultaron nada, sólo interpretaron y decidieron eso“, comentó. Pero Carla sabía la verdad y así lo expuso: “yo tengo una pareja que es mujer, sé que ha sido eso, discriminación pura”, pues cuando vieron la foto en la que salía armando un cigarro, también vieron las fotos en la que Carla estaba con su novia.
El padre de Carla llevaba 18 años prestando servicios en ese cuartel. Pero renunció inmediatamente al ver la discriminación de la que era objeto su hija solo por ser lesbiana.
Afortunadamente Carla ha recibido mucho apoyo de su familia, amigos y de la opinión pública para denunciar. María Belén, hermana de Carla, escribió en su cuenta de Facebook:“Echaron a mi hermana del curso acusándola de drogadicta y por ser lesbiana. Me pregunto cuál es la buena fuente… Una foto en Instagram. La acusan de drogadicta sin un análisis que lo compruebe; mi hermana no consume drogas, sí está de novia con una mujer a la que toda la familia adora. En fin, el jefe de bomberos y el segundo jefe la echaron del curso ya que según ellos no es buena imagen para la institución. Le cerraron la puerta en la cara, la humillaron. Como familia la estamos conteniendo. Carla tiene vocación, algo que ellos no tienen. Les enviamos una carta documento para que expliquen por qué dejaron fuera del curso a Carla Gatti y se defienden diciendo que ella no estaba conforme con el curso y que por eso se fue. Cada dolor de músculos de mi hermana, días de entrenamientos, llantos de emoción en su primer salvamento en el mar y ahora elegir ser bombera voluntaria para ser discriminada como nunca lo fue, no se lo merece ni ella ni nadie. Estas personas tienen que disculparse ante mi familia y admitir lo que hicieron, son unos mentirosos”.
Primero se excusan diciendo que es drogadicta, después afirmando que Carla quiso irse. Más tarde, por la presión mediática, el Jefe de la estación comentó que la habían echado del curso porque le faltaba un certificado médico.
Esperamos que este acto de lesbofobia no quede impune. Que ya estamos hartas ya de que la intolerancia de mentes cerradas no nos permita vivir nuestras vidas y cumplir nuestros sueños como una persona más.