“Todas íbamos a ser reinas”, decían los versos de Gabriela Mistral en uno de sus más celebres poemas, retratando la aspiración infantil de cuatro niñas que soñaban con poseer un reino que llegara hasta el mar. Lo cierto es que no todas llegaron a ser reinas. Quizás, la mayoría de esas niñas no cumplía con alguno de los estándares que se exige para poder llevar una corona en la cabeza. Quizás alguna era lesbiana. ¿Quién sabe?
Estándares como ser una mujer bella, delgada, agradable, femenina y, sobre todo, no altanera, porque ser reina ahora no se trata de “gobernar” (eso hay que dejárselo a los hombres), sino de ser un rostro, uno bonito, una chica que luzca bien del brazo de un tipo y que haga desear a las mujeres llegar a verse como ella.
Generalmente, y a no ser que haya sangre azul de por medio, la palabra reina se asocia directamente a ser una miss, que no es más que una “reina de belleza”, una que representa a las mujeres y toda nuestra femineidad. Y la pregunta es: ¿la cualidad que más debe exaltarse en las mujeres es nuestra femineidad? Las lesbianas particularmente: ¿nos sentimos representadas en una miss?
Para coronarse ganadora, las participantes se someten a una votación por internet, deben realizar actividades en contra de la discriminación (punto instaurado desde la convocatoria de este año) y responder a un interrogatorio realizado por activistas del “área mujeres” del Movilh. Cada uno con un porcentaje mayor o menor, que los lleva a elegir a la ganadora. ¿Cuál es su premio? Una distinción en el Gay Parade Open Mind Fest, un masivo evento que tiene lugar tradicionalmente en el mes de noviembre, en una conocida calle santiaguina.
En el papel me puede parecer una gran iniciativa para que las lesbianas nos “mostremos” y rompamos con algunos prejuicios asociados a nosotras y nuestra “escasez de femineidad”. Fuera del papel, me parece que en este concurso confluyen puntos profundamente contradictorios.
Y es en ese punto donde la frase del Miss Visibilidad Lésbica, de que uno de sus fines es “contribuir a la generación de nuevos liderazgos” me parece demasiado ambiciosa para lo que en verdad realizan. Y diciendo esto no quiero juzgar la valentía de las lesbianas que se presentan cada año y hacen visible su orientación sexual. Juzgo el hecho de que realmente el espacio que se da no propicia la generación de una real visibilidad ni gesta liderazgos representativos, sino que es un espacio cargado de estigmas, de una perpetuación del modelo de la mujer que necesita ser miss para poder mostrarse y ser aceptada.
Este concurso no ha estado exento de polémica entre las activistas, por lo que la ex miss Carla de la Fuente (2010), escribió una columna en defensa del Miss visibilidad Lésbica. Ella como ex miss señala que ingresó al activismo mediante este concurso y que existen dos voceras más además de ella dentro del Movilh. Que el “área mujeres” es la encargada de coordinar todo lo relativo al concurso y que realizan actividades durante todo el año por la no discriminación. Todos puntos muy válidos los suyos, salvo por el hecho de que no se discute el activismo dentro de esta organización de diversidad sexual, sino la representación lésbica, la “visibilidad”.
Las lesbianas no necesitamos coronas que perpetúen un estereotipo que nos ha perseguido a las mujeres durante décadas, encasillándonos en un papel que, sinceramente, no todas estamos dispuestas a cumplir. Las lesbianas necesitamos voces y representación real, espacios que nos permitan estar entre iguales y no como un show que se realiza una vez al año.
Soy consciente de que esos espacios no se nos van a dar por sí solos, ni nos los van a ceder, hay que pelearlos. Y para eso es mejor sacar la palabra miss y quedarnos con nuestra visibilidad lésbica. Es mejor rechazar coronas y cambiarlas por una armadura brillante de orgullo y empoderamiento para salir a luchar por nuestras batallas.
Danya Ríos Maluenda
Visita mi web Pulsat, un golpe en femenino…
Madre mía, qué fuerte y qué horror… ¿Realmente esto genera visibilidad?. Mientras no digan las tonterías que dicen las misses todo perfecto.
These pieces really set a standard in the intrydus.
Yo participé, envié mis datos y dos fotografías de rostro como lo pedían las bases. Me llamaron en los días siguientes para concertar una entrevista (que se hace en la capital del país, santiago) soy de región y pedí que fuera vía skype. La entrevista no se realizó (asumo que porque el hecho de que yo no sea de Santiago es un problema, pero es solo una suposición) Ahora mi duda o mi pregunta, mi queja si se quiere: porque piensa el MOVILH que solo las lesbianas o bisexuales santiaguinas quieren participar? Uno asume ciertos riesgos y compromisos a la hora de participar en una actividad que se realiza a kilometros del hogar pero considero que estos aspectos deberían ser tomados en cuenta, mas allá de ese punto estoy de acuerdo con el fondo de la iniciativa, aun que no en algunos aspectos de la forma.
Creo que si para participar las bases piden tu foto, ya es una manera de seleccionar por belleza y caemos claramente en el estereotipo de la “miss” antes que todo..
Soy chilena y no apoyo el concurso.
Las buenas intenciones nunca son malas y creo que el evento tiene una buena intención el detalle esta en cuando se queda en eso, en intenciones y termina perdiendo el objetivo por completo.
Una gran nota!!!
llegue aquí por la revista pulsat (y su big boss). Esta interesante el articulo, creo que mi reflexion es que al final parece que sin importar la orientacion, en el fondo todas queremos ser miss-es o reinas, ganar algún tipo de premio que culturalmente simbolice belleza, aunque aquí se trate de cambiar el significado tan solo con llevar la palabra miss en el titulo, todo lo demás inconcientemente se altera…
Para mi, si alguien gana ese premio, pensando en lo que busca, deberia ser una chica o mujer madura o Lesviana de cualquier edad que realmente sea visible en la sociedad, no solo en el pequeño circulo de la “comunidad” lesbica que hay aqui en Chilito, pero creo que eso esta dificil de encontrar por estos lados :/
Bueno, yo soy lesbiana, y no comparto el tema de la invisibilidad. Encuentro que es un término cliché y anticuado. No creo que seamos invisibles, nunca lo hemos sido, creo que el verdadero trabajo está en romper lo que siempre se ha creído natural. No creo que el día de la visibilidad tengamos que andar con un cartel que diga, HOLA SOY LESBIANA. Prefiero pensar que debería ser un proceso natural. Conozco una pareja que nunca han peleado por la “visibilidad” porque lo toman como algo natural. Nunca nadie les ha cerrado las puertas, todo lo contrario.
Otro tema que me molesta bastante, es el tema de la “femeneidad”. Es necesario que seamos femeninas? EN serio? No po, no es necesario.
Sinceramente, creo que ya es tiempo de empezar a leer cosas nuevas, dejar de encasillarnos en definiciones arcaicas, como visibilidad o empoderamiento, ya que están obsoletas. Romper la bandera, naturalizar lo desnaturalizado.
Para mi el termino “Visibilidad” va ligado directamente a “naturalidad”, porque hacerte visible es mostrar nuestra orientación sexual de manera natural y cotidiana, mostrarnos como personas que no tienen más que una diferencia de gusto con una hetero, así de sencillo.
La visibilidad no tiene porque ir ligada a “activismo” como creo la relacionas, no es un concepto estático que busca encasillarnos, para mi es una acción, el día a día.
Sobre el tema de la femineidad estoy de acuerdo, nadie puede determinar como debe comportarse cada personas, es por esto que creo que concursos como el “Miss”, no son positivos para nuestra comunidad ya que su base está marcada por prejuicios y estereotipos.
Una es lesbiana siempre. La visibilidad es para la gente que necesita hacerse notar un día, para pedir permiso, como diría una amiga. Basta de pedir permiso para ser lesbiana.Seamos y punto 🙂
En ese “ser” está implicitada nuestra visibilidad. No un día, cada día.
A ver, a ver a esas candidatas..
¿es que las candidatas a los concursos de misses de siempre no pueden ser lesbianas? Una cosa es visibilidad y otra poner a las lesbianas en un lado y a las hetero en otra….
por eso se llama así el concurso pues
Buena reflexión
Lo encuentro súper machista… ¡soy chilena!
jaja que fuerrrrrrrrrrrrte