Mi historia de amor – Miriam y Laura

Me llamo Miriam, de México. Hace tres años, cuando tenía aproximadamente 20, y sin tener nada que hacer una noche mientras miraba la serie de televisión Amar en tiempos revueltos (seguro que alguna de ustedes recordará la pareja que allí se formó, Ana y Teresa, de quien yo era una gran fan) se me ocurrió crear una página en Facebook de la pareja televisiva junto con otro amigo con quien seguía la serie. Cada día muchos fans comenzaron a seguir la página y entre uno de ellos, había una persona que con cada comentario, todos llenos de humor, me intrigaba saber quién era, así que decidimos entre mi amigo y yo agregar a nuestras amistades a las chicas que comentaban para tener debates sobre la serie.

Agregué a una persona llamada Mari Lauri, ese era el nombre que usaba. Para conocer de ella, entré a su perfil, y mire sus fotos. Allí estaba una foto de ella en la Plaza Vieja de Terrassa, Barcelona. No sé qué paso… Pero no podía dejar de mirar esa foto cada vez que podía y me moría de ganas de hablar con ella, así que un día miré y estaba allí en línea y comenzamos a platicar. Esa primera noche platicamos alrededor de unas cuatro horas.

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A partir de ahí sabíamos que había algo especial. Cada día esperábamos con ansia, cada una esperando poder platicar de todo, primero de la serie por la cual nos conocimos, música, cine etcétera. Platicar con ella era maravilloso, cada noche nos quedábamos hasta altas horas platicando, aun con la diferencia de horarios de México a España. Así continuamos hasta dos meses después, cuando ya comenzamos a notar que no podíamos seguir así. Había una complicidad especial ya no sólo hablábamos de series o música, sino de nuestras vidas, entorno social… Ella estaba separada ya desde hacía un año de su esposo y tenía 2 niños de seis y cuatro años. Entonces comenzamos a planear unas vacaciones. Ella que tenía más posibilidades para viajar económicamente, planeamos conocernos en el verano próximo.

mirales.esEse mismo día, ella se me declaró, y me preguntó si quería ser su novia virtualmente pero que no tendríamos ningún compromiso, podríamos hacer lo que quisiéramos, pero que estuviéramos la una para la otra siempre. Yo sin dudarlo dije que sí pero nuestra sorpresa fue que cada día aumentaba más el cariño y un día, sin más, me dijo que venía a México, que no podía esperar más. Yo me asusté, ya que para mi era una locura: no quería que dejara su familia y su país por mí. Ella explicó que debido a la crisis de España no tenía mas que perder, ya no tenía trabajo, su ex esposo también estaba desempleado y decidió que el dinero que tenía ahorrado lo ocuparía para invertirlo en un negocio en México, pero que no quería separar a sus hijos de su padre, así que el también venía para acá y uniríamos nuestros oficios. Él sería el encargado del llevar la cafetería y yo llevaría la contraparte, que es la galería de arte; ella sería la administrativa del café galería. Los tres para echar andar un negocio en beneficio de los tres y así poder vivir y ver qué pasaba si funcionaria lo nuestro.

Comencé a tratar a su ex pareja y los niños, y nos hicimos buenos amigos. Para octubre de ese mismo año ella viajaba sola para aquí: tendríamos que agilizar los permisos del café-galería (mientras, su ex se quedaba con los niños hasta el término del ciclo escolar en Barcelona) y enviar algunas pertenencias para la nueva casa que rentarían aquí en Oaxaca.

Para finales de octubre, ella llegó aquí. Fui por ella al aeropuerto llena de nervios y miedo de no saber lo que pasaría y si en verdad lo planeado resultaría. La vi entrar a la sala; parecía que la conocía de toda la vida. Nos miramos y sonreímos; nos abrazamos y por primera vez pude besarla. Llegamos a su departamento. Le presenté a mis amigos y a partir de ese día fue imposible separarnos. Comenzamos hacer los trámites para el negocio y que los niños y su ex entraran al país lo antes posible.

mirales.esAsí estuvimos unas semanas hermosas disfrutando de nosotras pero trabajando para poder tener todo para poder estar juntas sin ningún problema; pero sí los había. Yo vengo de un estado y un pueblo muy conservador donde ser gay está muy mal visto; aunque mi familia sabía que yo lo era y me aceptan, no sabían que ella estaba aún casada y con dos niños.

Por otra parte, el ex de Laura comenzó una relación al igual que la nuestra con una amiga mía, cosa que no nos molestaba, al contrario. Así él tampoco estaría solo aquí y tendría una razón para venir, más entusiasmado. Perono fue así. A las primeras semanas de su noviazgo comenzamos a tener problemas con todo, había malentendidos entre los tres del negocio, los niños, la confianza, y aún más. Continuamos entre peleas que no sabíamos de dónde venían. él llegó a México meses después con los niños cuando nosotras ya teníamos casi todo hecho pero cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que este hombre no se comprometía en nada, nunca estaba ni por los niños ni por su trabajo. A unos días de inaugurar el café nos enteramos de que ya no había ningún recurso económico para invertir y que él había abandonado la ciudad, yéndose a vivir al pueblo de mi amiga, el mismo pueblo de donde soy yo. Investigando nos dimos cuenta de que habían gastado todos nuestros ahorros, tanto de Laura como los de él mismo en joyas, ropa etcétera para la novia de él y su familia. Por su parte, la que yo consideraba mi amiga comenzó a difamarme, con mi familia y amigos diciendo que yo sólo estaba con ella por interés y que me había metido en su matrimonio.

Enseguida de eso nos enteramos de que a los niños los trataban mal los dejaban en casa de vecinos o con gente desconocida cuando su padre visitaba a la familia de ella. Se hacia pasar por soltero y comenzó a negar a los niños con todas las personas para así no “manchar” la reputación de su novia y no pasar la vergüenza de estar con un hombre casado. Eso fue la gota que colmó el vaso. El negocio se vino abajo, él abandonó a los niños y ya no pude soportar más y decidimos que, entendiendo que él era el padre de esos niños, se estaba comportando de todo menos como padre.

Tomamos cartas en el asunto. Yo me llené de valor y fui a hablar con mi familia y todo aquel que creyera todas las estupideces de ellos dos. Comenzamos una demanda contra ellos para ya no ocasionarle más daño a los pequeños, que cada dia veían a su padre convertirse en un sinvergüenza. Nos quedamos las dos sin trabajo, no teníamos para dónde tirar: ella sin sus papeles en regla no podía tener un buen trabajo y yo había quedado muy mal emocionalmente con todo lo que había pasado. Ya no me sentía capaz de trabajar. Muy insegura, el poco dinero que teníamos se agotaba y teníamos dos bocas que alimentar y cuidar que nada les faltase

Un día sin más, salimos a dar un paseo y vi un letrero donde solicitaban a una encargada para galería de arte. Apoyada por ella, entré con miedo, ya que era una galería muy importante. Me dieron una oportunidad para demostrar si podía llevarla y participar en una subasta de arte; funcionó y, a pesar de que sólo fueron tres días de trabajo, volví a creer en mí y conocí a mucha más gente que pudiera ayudarnos.

mirales.esAsí estábamos, tratando de empezar de cero cuando llegó un citatorio del consulado español exigiendo la presencia de Laura por la demanda de que había estafado y abandonado a su esposo e hijos. Sí, era otra vez el ex, que no podía dejarnos en paz y quería que deportaran a Laura y los niños a España, ya que él regresaba allá con su ahora novia embarazada y, argumentando que no se quería separar de sus hijos y verlos los fines de semana sin pasar una pensión y que no podía tenerlos viviendo con él, quería a Laura allá para que ella viviera con ellos. Ante eso, respondimos inmediatamente y demostramos que todo lo que se le acusaba a ella era lo que él estaba haciendo. No pudo de nuevo hacer nada en contra nuestra pero sabíamos que, mientras no se divorciaran, siempre estaría poniéndonos trabas.

Teníamos una situación económica ya alarmante pero necesitábamos acabar con ese problema, si no, no podríamos avanzar. Así que utilizamos lo último que nos quedaba y ella viajó a España (mientras yo me quedaba en México con los niños) para ir a hablar y terminar con esto. Él ya estaba allí. Huyó de México y, a pesar de que no quería darle el divorcio para no tener que pasar pensión, tuvo que hacerlo, ya que él ya estaba esperando un hijo junto con su novia, la cual era mexicana y entró al país como ilegal, y abandonó a sus hijos sin preocuparle si comían o no. Por fin pudo cerrar ese problema regresó a México

Y enseguida comencé a buscar un buen trabajo, yo ya más animada y tranquila. Una amiga galerista me contactó con una de las galerías más importante de Oaxaca y de México. Aproveché y me aventuré a ir a la entrevista y ese mismo día me contrataron. No podía creerlo, comenzamos a tener buenos ingresos, muchos contactos y decidí abrir mi propia galería pero Laura la llevaría mientras yo trabajaba en la otra.

Los niños están mas felices que nunca, nos amamos más que nunca, ya que los cuatro pudimos salir de todos los problemas que teníamos. Los cuatro juntos, unidos, una familia. Qué decir más que amo a esos niños con todo mi corazón y jamás dejaré de luchar por ellos y su madre. Mi familia los ama. Ahora, dos años después de todo eso, recordamos lo que pasó y estamos orgullosos de todos nosotros, de nuestras familias, tanto en México como en España, que siempre nos apoyaron y siempre creyeron en el amor que teníamos la una por la otra. Ahora sólo miramos al futuro, donde se aproxima una boda y un tercer hijo, donde somos una de las parejas más importantes en el arte Oxaqueño conformado por dos mujeres que pudieron aprovechar los problemas para nunca dejarnos caer.

Sólo queremos decir gracias por contarles nuestra historia y aunque a veces la vida nos la pone difícil, vale la pena esperar.

Gracias.

Miriam Marlen

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