Mi hasta luego…

Foto de Pepa Santamaría

Hace tres años y medio aproximadamente María Jesús – a la que no conocía- me llamó para tomar un café y quedamos en un VIPS. Quedaban pocos días para la Navidad y yo aparecí llena de bolsas con adornos navideños que había comprado esa misma tarde antes de verla. Supongo que se quedó sorprendida de mi entusiasmo navideño porque suele recordármelo. En todo caso, hablamos y me dijo que quería hacer una revista para lesbianas, y después me preguntó mi opinión sobre el asunto. ¿Tenía posibilidades de salir adelante? No recuerdo muy bien lo que le dije pero me parece recordar que no la animé mucho, que le dije que no me parecía muy buena idea porque esa misma conversación la había tenido con otras personas, al menos tres, que también quisieron lanzar revistas para lesbianas por Internet e incluso en papel. Ninguna de ellas salió adelante. No llegaron siquiera a cumplir un año.

María Jesús también me pidió que escribiera una columna todos los meses, y a eso le dije que sí, y ahí comenzó una colaboración que ha durado hasta hoy mismo. Comencé, como he dicho, sin mucho entusiasmo, pensando que sería breve. Pero no fue así, he visto crecer a MiraLES en calidad, cantidad, contenido. En actividades; la he visto crear una red de amistad que va más allá de las lectoras. Me he sorprendido al principio de su éxito y me he alegrado mucho. Pero ahora mi colaboración con esta revista requiere una pausa, no sé si definitiva.

En estos tres años y medios en los que MiraLES ha nacido y crecido, yo he crecido también. Mi vida ha cambiado mucho en todos los aspectos pero, fundamentalmente, ya no tengo tiempo para escribir en muchos sitios al mismo tiempo. Tengo que conseguir restringir el trabajo puntual –con plazo fijo- para conseguir centrarme en el trabajo de largo aliento, que no tiene plazo de presentación, pero que se come ya todo mi tiempo; como el libro que estoy escribiendo o mi tesis doctoral que es posible que por fin termine. Por eso ha llegado el momento de decir adiós a esta columna mensual. Ha sido una colaboración llena de satisfacciones porque cuando comencé, estaba encerrada en mí y sin saber hacia dónde enfocar mi trabajo y esta columna ha sido como una ventana por la que he podido ver el mundo, no encerrarme del todo y, en ocasiones, me ha permitido respirar. Lo dejo con pena, como quien deja un jersey con el que se siente cómoda, que es agradable, confortable y que da gusto llevar puesto. Lo dejo porque, de verdad, el día no tiene suficientes horas para todo lo que tengo que hacer. En fin, que esta es mi última columna en MiraLES, a quien deseo que siga fuerte y vigoroso. Ojala que nos volvamos a encontrar pronto.

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4 comentarios en “Mi hasta luego…”

  1. ohh. Que pena, espero que como dices no sea un adios sino hasta luego y puedas volver cuando termines eso proyecto

    De una lectora

    hasta pronto

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