A los casi 35 años, en un país “triple estándar” como es Chile, es difícil sentarse a pensar un rato y no desconfiar de los criterios de “militancia”. A veces, ese modo bien intencionado de lucha, sesga, a mi parecer, los verdaderos y profundos cambios que debemos estar dispuestos a llevar, cargar, soportar, crear, si lo que realmente creemos es que existe otro modo más “humano” ―o menos― de vivir. Para no dar mucha vuelta doy un par de datos: soy una mujer que siempre tuvo relaciones sólo con hombres, unas buenas, otras no tanto, como todos. Ese “siempre” duró hasta que llegó el hoy, que es un presente constante en el que me declaro profundamente enamorada de otra mujer, enamorada desde hace tres años, en una relación estable y feliz.
Claramente mi mirada ante todo es tardía, repito, tengo 35 años, no soy una adolescente experimentando, tampoco soy una mujer aterrada por los 40 en busca de cosas nuevas. No sé lo que soy, nunca, desde niña he podido clasificarme claramente en nada, me siento paria, paria del absoluto, pero la mayor parte de las veces lo llevo con paz y alegría, como supongo lo llevan los animales y las cosas.
En estos desmarques me he sorprendido analizando los discursos de lucha en pos de derechos igualitarios y de liberación homosexual. Me parece tan raro que la idea sea exigir “igualdad” para transformarse en lo que es la normativa heterosexual; raro pelear por igualar tan mediocre modelo. Pero claro, tampoco soy tan metafísica; las leyes, la protección social, la vida misma… también entiendo eso. Pero, al mismo tiempo, me niego a aceptar la histeria reiterativa del discurso oficial pro diversidad sexual que, al menos el Chile, levanta su bandera de lucha en el recalque de que “ser homosexual no es una opción” y que la gente debe entender aquello. Leo, leo, releo y escucho, veo entrevistas y no logro comprenderlo. ¿Por qué pretender la planicie, la falta de valentía, la ausencia de protagonismo y decisión? A veces escucho hasta una victimización entre líneas. “Yo no lo elegí, esto me agarró a mí” ―igual da risa, pero de fondo es muy patético. Yo no quiero que me representen personas con ideas tan cobardes y mediocres, a mí nadie me preguntó si acaso yo elegí o me cayó encima esta “maldición”.
Podría decir que soy una persona romántica, amante de los detalles, de las cosas bellas, “idealista” para algunos, pero para mí no hasta el punto de no tener los pies en la tierra que piso. Sé muy bien como irá mi vida. Yo, en Chile, no podré tener una cotidianidad como la tiene una mujer heterosexual. Yo tendré que pensar, según donde trabaje, si puedo o no puedo decir que mi pareja es una mujer. Yo, si tengo hijos, tendré que elegir con mucho cuidado el colegio donde estos estudien porque no da igual, no por los niños, por sus padres. Yo, incluso, en algunos barrios tendré que cuidarme de tomar a mi novia de la mano o de darle un beso. A ella misma en una oportunidad querían llevársela presa por ofensas a la moral al darle un beso a una ex novia a la salida de un cine. Yo, en Chile, debo cuidarme, porque hace un par de años un veinteañero homosexual murió después de ser torturado, en plena calle, en las manos de cuatro cobardes. Seguro más de alguien piensa: “Bueno, métete a toda esa gente en el bolsillo y sé tú misma, no te ocultes”, “visibilidad lésbica” como me han dicho muchas. Me parece que, incluso en ese caso, mi actuar sería con un propósito político, ideológico, reivindicativo, rebelde, provocativo, como quieran, lo que quieran, pero en cualquier caso no sería el simple acto no pensado de dar un beso porque se tiene ganas, de tomar la mano porque sí… De sencillamente bailar, porque si se te ocurre ir a bailar a un lugar no declaradamente “gay”, en dos minutos tienes a un tipo pegado ofreciéndote un trío, porque le calientan dos mujeres. Para ellos, casi todo lo nuestro es un espectáculo porno.
Queridos activistas por la “diversidad sexual”, la cosa es al revés: los que llevan la vida “normal” son quienes no eligen. Nosotros, los no-normados, elegimos, optamos, y eso es lo más hermoso de este modo de amar. Paren de luchar por una tabla rasa, habemos varios a los que no nos interesa igualar la mediocridad.
Lorena
Wow me ha encantado “Si hay una cosa que nos distingue de los heterosexuales, es que cuando un homosexual ama, en países como Chile, en culturas como estas, elige amar, optar por amar, ese es el mayor acto de belleza y de valentía y no veo el sentido de quitarnos ese privilegio”
Me ha gustado mucho tu artículo.
Una no elige ser quien es, ni enamorarse de alguien, pero si elige (o decide) vivir y amar como quien es. No se trata de ser iguales a las personas hetero, o entrar en el sistema hetero, se trata de igualdad de derechos. No es que todos quieren casarse, tener hijos, etc pero exijo tener el derecho a decidir sobre eso.
Qué gran testimonio de lesbiana conversa:) Me gustó mucho.
Me ha encantado!!!
Y a mi!!
No puedo estar más en desacuerdo con este artículo. Empezando porque me parece rarísimo que pudiera elegir a quién amar. Cosa que no hizo y, por tanto, no hay elección que valga. Decir que soy así, que no lo elegí no es lloriquear ni ser cobarde. Hay que poner mucha carne en esa visibilidad. Y no veo nada grande, ni estupendo en mantener una. Actitud de “es lo que hay, si no puedo llevar de la mano a mi novia”
Me alegra que lleve tan estupendamente esa idea de ir fuera de la norma. Pero sí eso conlleva limitación de mi libertad para bailar, besar, hablar o elegir colegio…, pues no le veo la gracia. Que se busque el derecho al matrimonio y a la visibilidad y respeto, no obliga a nadie. Ni a casarse ni a ser visible.
Francamente, una entrada que no me gustó.
Pero interesante, porque es un perfil de persona que también existe y tiene todo el derecho del mundo a expresarse.
Me ha gustado mucho. La cuestion es que los que han buscado equipararse…lo quieren porque es un sistrma k les parece bien o simplemente porque asi estan mas dentro del sistema establecido =heterosexual?
Me casé. Y me divorcié. En que consiste el matrimonio que no pueda darse en otro tipo de relaciones? La seguridad y los derechos establecidos por los gobiernos y la religion? Me parece más bonito construir otro tipo de relaciones y familias, más reales y ajustadas a los humanos, que tratar de encajar constantemente en un único modelo, que en realidad, con el matrimonio gay…es de lo que se trata.
Entiendo su punto de vista pero no lo comparto del todo. Mientras exista homofobia y transfobia en colegios e institutos, países donde se persiga y se mate personas por su orientación sexual, menores de familias homoparentales cuyos derechos se han de proteger…mientras todo eso exista, los que podemos tenemos la obligación moral de militar y mostrarnos visibles.
Bellas palabras en algunos apartes, todo es respetable, lo que pienso es que los gobiernos y especialmente en latinoamerica es poca la intervencion en materia de igualdades, de programas y politicas justas, tambien es un trabajo de nosotras, aqui en Cali Colombia veo que hay progreso en ese sentido y por supuesto hay que seguir trabajando en ello…
Me ha gustado el artículo a la vez que me ha dado pena porque siguen existiendo muchas desigualdades. De hecho, y como he leído varias veces, el matrimonio homosexual debería llamarse simplemente matrimonio, o unión, o enlace igualitario.
Y otra cosa es que algo curioso pero que quería compartirlo. Cada vez que entro en páginas donde aparecen palabras relacionadas con el sexo, aunque sólo sea que haya entrado en mirales, al ir a borrar el historial, ya que desde este ordenador acceden otras personas, aunque me debería dar igual lo que piensen, pero vamos para no dar explicaciones, veo que pone algo así:
pst, quizá la próxima vez quieras entrar en modo incógnito.
Yo creo que hasta que no desaparezcan de una vez por todas estos absurdos tabúes sobre el sexo, pero en general, que lo veamos como lo que es, seguiremos en la misma onda.
buenos dias
Excelente lectura antes del desayuno.
Para mi es un acto de rebeldia contra el sistema tomar de la mano o abrazar a una mujer el besar en la calle sin importarme el que diran yo lo hago con mucho gusto porque lo siento. No necesito un matrimonio para saber que amo a una mujer y pienso que debería tener esa opción de un matrimonio claro que si. No escogi ser lesbiana de eso estoy segura lo que si escogi es educar y sensibilizar a mi familia amigos y compañeros de trabajo. Yo lucho por mi respeto como persona, mentiria si digo que he salido con pancartas en marchas glbti. Yo apoyo a mi manera al respecto por ser persona.
Soy chilena y comparto sólo ciertos puntos de ésta publicación hecha por mi coterránea.
Sin perjuicio de lo expuesto anteriormente, estoy en absoluto desacuerdo. Y no sólo con la persona que escribió este post, sino que también con toda persona que dice que ser “homosexual”, se trata de una cuestión por “elección” propiamente tal. Erróneamente -creo, a mi juicio- el concepto de ELEGIR, no pasa por el tema de elegir mi condición u orientación. Ya que, si se tratara de elegir y más aún viendo una realidad país en donde la homosexualidad es mal vista, una persona en su sano juicio elegiría seguramente ser heterosexual puesto por los derechos que las parejas entre hombre y mujer gozan (a diferencia de todo lo que se le priva a la persona homosexual). Por ende, creo que el hecho de AMAR a una persona, pasa por un tema meramente del SENTIR mas NO ELEGIR. A una/uno, el amor no le impone discernir entre lo que es bueno o es malo; si yo como mujer, es bueno amar a un hombre o no, o al contrario. Es por eso que creo fielmente que el concepto aquel, está harto viciado e infundado para encasillarse o etiquetarse en lo que vendría siendo el empaquetado de las palabras “homosexual, bisexual, heterosexual” y cuántas estupideces más.
Yo varias veces también salí con hombres, hasta hace dos años. Luego de eso, formé una relación hermosa y estable hasta el día de hoy con una mujer, pero no por elegir… simplemente llegó y me hizo enamorar. Sin saber de su existencia antes, de que si estaría con una mujer o no; no la elegí… simplemente llegó, me hizo sentir enamorada y aquí estoy. Sintiendo lo mismo desde el primer día en que la vi.-
Muy en desacuerdo. Viene de un círculo conservador, se le ve a la legua.
felicidades amiga, más vale tarde que nunca, seguro que de ahora en adelante vivirás plenamente el amor, y el futuro Dios dirá. Yo siempre he dicho que me enamoro de la persona, aunque llevo 11 años enamorada de una preciosa mujer que juntas hemos tenido dos niñas preciosas. saludos desde españa
Consideró increíble tu historia …similar a la mía soy de chile y estuve casada con un hombre..de pronto no buscaba nada y la veo a ella y me enamoro siendo heterosexual en ese momento …. ahora amó a una mujer y cambio mis estrellas mis intenciones….y puedo decir que aunque el país es conservador lentamente a avanzado respecto a la mentalidad…. y aunque a veces me dan ganas de besarla delante de todos me limito …
Porque no todos pueden ver la belleza la ternura el amor entre dos mujeres eso no es para todos.