La revolución llega a Mattel de mano de la muñeca más famosa de la historia: Barbie. Esa muñeca rubia, extremadamente delgada y anti natural ha ido transformándose a lo largo de su vida y lo que antes era un reflejo poco fiel de la realidad del cuerpo y vida de las mujeres ahora, cada vez, se acerca más.
Ha cambiado su color de pelo, de piel, su cuerpo se ha visto redondeado, se ha bajado de sus tacones de infarto para practicar deporte y ha cambiado sus looks de princesa por otros más casual. Pero aún teníamos pendiente la orientación sexual.
Si bien es cierto, hace unos años sacaron un modelo clavadito a Abby Wambach, ex futbolista norteamericana y olímpica que recibió nada más y nada menos que el Balón de oro femenino en 2012 y otra muñeca en honor a Rosie O´Donnell, actriz y productora, ambas abiertamente lesbianas. Pero realmente solo eran copias de las dos mujeres, una vestida de futbolista y la otra pues juzgad con vuestros propios ojos.
La cuestión es que esta vez sí que Barbie apoya al colectivo LGTB. Por un lado, aparece con la “it girl” y bloguera Aimee Song paseando por las calles de Los Ángeles y por otro, lleva una camiseta con el mensaje “Love Wins”, hashtag que arrasó en EEUU en 2015 cuando el Gobierno Obama legalizó el matrimonio igualitario.
Aimee Song ha dicho en sus redes que “Barbie y yo apoyamos la igualdad de derechos” y ha recalcado que esas camisetas pueden comprarse y que la recaudación irá a parar al Proyecto Trevor que ayuda a la comunidad LGTBQ.
¿Será que en realidad Barbie quiere pedirle salir a Aimee y no se atreve?
