Kerrice Lewis, de 23 años, fue brutalmente asesinada pocos días después de Navidad en Washington DC.
El jueves 28 de diciembre, la policía respondió a un reporte de disparos en Adrian Street, justo al sur de la calle G. Llegaron a las 7:30 pm y encontraron un vehículo en llamas. Después de apagar el fuego, los agentes encontraron a una mujer en el maletero que estaba inconsciente y sufría heridas de bala. La policía dijo que para cuando llegaron los Servicios Médicos de Emergencia y Bomberos de DC ya Kerrice se encontraba “sin signos compatibles con la vida”.
Los vecinos dijeron que escucharon disparos múltiples en el callejón detrás de la manzana 800 de Adrian Street y momentos después vieron un gran incendio. Kerrice Lewis fue escuchada gritando mientras trataba de escapar del maletero.
Lewis se quedó huérfana a la edad de 11 años y fue criada por sus abuelos. Su abuelo, William Sharp, dijo que siente como si le hubieran arrancado el corazón. Dijo que “su madre murió de un aneurisma cerebral y su padre fue trágicamente asesinado en el área de Washington DC”. Lewis luchó profundamente por la pérdida de sus padres.
Kerrice trabajó en obras de construcción y el abuelo dijo que “estaba muy emocionada porque acababa de tomar algunas clases y esperaba tomar más”. Dijo que era un “espíritu libre” y “lleno de vida” y que “ella iluminaría una habitación solo hablando y riendo.”
Mercedes Rouhlac era la mejor amiga y ex novia de Lewis. Mercedes dijo que “hablo con ella todos los días”. “simplemente la llamaba” y se preguntaba por qué no contestaba su teléfono.
Los amigos desconsolados de la víctima están decepcionados por la falta de cobertura de los medios. Cuando las lesbianas son asesinadas, los distintos sesgos de los medios mantienen a la población en la oscuridad. Este sesgo se multiplica en lo que concierne a las lesbianas “marimachos” y se complica si eres una mujer negra. Normalmente se minimizan las relaciones lesbianas, a menudo se omite la sexualidad y se produce una falta de concentración (tanto en las investigaciones como en los medios) en posibles crímenes de odio, incluso cuando el asesinato es excepcionalmente horrible (como en este caso). La policía aún no tiene ningún sospechoso.