3 asesinatos rodeados de misterios y sin condena alguna. Decenas de ataques a mujeres lesbianas “camionas”, como en Chile las llaman. El recuerdo de un local LGTB ardiendo el día de su estreno y numerosos muertos entre sus asistentes. Multitud de incidentes graves de segundo orden.
Hay razones de sobra para que haya saltado, ya hace tiempo, pero ahora al mundo entero, la alerta sobre lo que está pasando en Valparaiso, en la Quinta Región de Chile.
“Nosotros llamamos “zona roja“ a la Quinta Región en Chile por María, Nicole y Susana -las tres víctimas mortales de la homofobia en la zona-. Pero hay un montón de ataques todos los días. No tan brutales o fatales como esos, pero sí suficientes para que muchas de ellas (las lesbianas), especialmente las camionas (sinónimo de camionera en chileno), acaben en un hospital” explicaba a los medios Vergara, una joven lesbiana residente en el poblado de Quillota. “Como lesbianas siempre estamos en alerta roja en este poblado. Noche y día, 24 horas al día, los 365 días del año. Nos sentimos amenazadas. Y apenas ponemos un pie fuera de nuestra casa estamos en peligro”, añade. Vergara explica que las lesbianas que visitan Valparaíso van con miedo, igual que ellas.
El pasado 17 de marzo ocurrió el último de estos asesinatos. Era Susana Sanhuenza, y tenía tan solo 23 años. Su cuerpo fue hallado dentro de una bolsa en la organización por la defensa de los animales donde colaboraba. Al desaparecer la joven estaba con Christian Muñoz, quien aseguró que la joven se había puesto a convulsionar y había muerto. Supuestamente el se asustó y decidió meterlo en una bolsa de basura (…..). La familia denuncia que fue él, quien insistía en tener una relación con ella, el asesino. Pues bien, el caso se ha cerrado y Muñoz está en la calle.
Otro caso anterior, el de Nicole Saavedra, uno de los más escalofriantes por su horrible asesinato y lo ambiguo de la investigación, ha sido uno de los más comentados a nivel internacional y condenados y reivindicados por diversas asociaciones feministas y LGTB. La joven solo tenía 23 años y poco antes de morir había avisado a su familia de que ya estaba yendo a casa. 18 de junio de 2016. Venía de una fiesta donde también había un chico neonazi, según dos asistentes, algo que incomodó profundamente a Nicole. Y es que en la zona habitan varias de las pandillas neonazis más activas del país.
Lee más sobre el caso en Crimen homófobo que acaba con la vida de una la joven lesbiana Nicole Saavedra
María Pía Castro falleció en 2008. Con tan solo 19 años. Le encantaba el fútbol y, aunque sufría un bullying homófobo constante, nunca ocultó su orientación sexual. María apareció completamente quemada en febrero y con señales de haber recibido fuertes golpes en la cabeza. Su cuerpo apareció a pocos kilómetros de donde tirarían el de Nicole. El caso se cerró sin más. Sin resolver.
Lee también El asesinato de mujeres lesbianas en Brasil aumenta su incidencia con la llegada de Bolsonaro
“Valparaíso es una región extraña. Cuando hablas con las camionas y las mujeres transexuales, todas saben sobre Valparaíso. Saben de los ataques”. Son palabras de Sebastián Ayala, un director de cine que está actualmente produciendo un documental sobre la Zona Roja.
Años antes ocurrió el incidente que marcaría el inicio de la horrible leyenda de Valparaíso. La discoteca Divine, sede de la comunidad LGTB de la región, abría un 4 de septiembre de 1993, tras una remodelación, sus puertas. Se llenó de gente. Gente diversa. Y comenzó a arder. un incendio incontrolable que dejó 16 personas fallecidas. Las autoridades lo consideraron un accidente, pero lo cierto es que toda la organización del Divine llevaba meses recibiendo amenazas antiLGTB y aunque el colectivo Acción Gay ha pedido durante décadas que se reabra la investigación, el caso está paralizado.
“Claro que hay algo de paranoia por esos ataques, pero la comunidad LGBT lleva décadas siendo atacada aquí. Desde lo que ocurrió en Divine, probablemente”, opina Sebastián Ayala. “Se convirtió en una paranoia que marcó a toda una generación, en una gran interrogante”.
Desde la última pérdida, la de Susana, la gente está tratando de protegerse entre ella, dada la indiferente implicación de las autoridades en tal catástrofe. Se han creado varios grupos de WhatsApp de lesbianas en los que intentan protegerse de las amenazas, avisar de donde se encuentran, etc. Las administradoras de tres de esos grupos le dijeron a la BBC que en una semana había habido entre tres y cuatro alertas.
No necesitamos más muertes. Creo que tenemos información suficiente para movilizarnos todos, como comunidad LGTB mundial, contra este desastre humanitario en lo que se ha convertido la Zona Roja de Chile. Tenemos suficientes pérdidas para unirnos y legal y humanamente pedir explicaciones al gobierno chileno, al gobierno de Valparaíso y a las autoridades de la Quinta región.
¡No más crímenes! ¡No más impunidad!