El flamenco ha sido un mundo machista toda la vida, pero no le han faltado referentes lésbicos a lo largo de su historia, más o menos visibles. Mayte Martín, el más grande. María Pelae, el más ecléctico y actual. El “Quién no se ha dado un pipazo con una amiga” de Lola Flores, la frase lésbica más famoso de la historia de la televisión.
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Ahora nos llega La tremendita, con su disco “Tremenda”. Rosario Guerrero, así es como se llama en su carnet de identidad, es paya pero descendiente de familiar de artistas, cómo no, sevillana. Rosario le contaba a El País en una entrevista reciente que ha necesitado romper con las rigideces del flamenco para poder seguir cantando. El resultado es una mezcla entre flamenco puro y electrónica, y bueno, un poco lo que le da la gana. Desde 2010, con A tiempo, Rosario lleva cogiendo experiencia y encontrando su propia personalidad. Ahora, con Tremanda, estrenada en la Bienal de Flamenco de Sevilla, hace con el cante lo que Rocío Molina con la danza flamenca, investigar y crear ambientes nuevos y poderosos.
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Aunque hoy en día deconstruya y reconstruya el flamenco, Rosario se ha pasado su infancia estudiándolo, por exigencias de su padre. Como decía Marta Graham, hay que conocer las reglas para poder después romperlas.
La segunda parte de Tremenda sale en primavera, y contará con el hijo de Tomatito.
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