Han levantado una ovación inconmensurable en el reciente Festival de Aviñón. Grito pelao es la obra conjunta de estas dos fieras, artistas reconocidas, que hacen una mezcla única. Una obra que narra, relata y da forma al deseo y la lucha de Rocío Molina por ser madre.
La bailaora sube al escenario embarazada, -lo logró su sueño gracias a una fecundación in vitro-. Cinco años de busqueda de un hijo que habían acabado con su inspiración y su ánimo, para después convertirse en la embestida de talento que es Grito pelao.
La gran Pérez Cruz ha compuesto varias canciones que sirven de narración y acompañan las soleás de tarantos de Molina.
Grito pelao habla de ilusión, pero también de desesperación. De ausencias y presencias. De soledad. De amor.
Es un acto de pura valentía. Molina habla sin tapujos de su acceso a la maternidad como mujer lesbiana: “Yo era muy reacia a las clínicas y a todo lo no natural. Cuando me inseminaron, me entraron ganas de decirle al doctor: “¿Me puedes dar un besito? -entre risas- (…) Mi viaje empezó por un proceso de aceptación. Yo salía de un proyecto de cinco años con mi ex pareja, de corte más familiar y tradicional. Tuve que quitarme todo eso de encima”.
Pérez Cruz y Molina se conocieron el año pasado en un avión rumbo a Sevilla. Y tuvieron, como ellas describen, “un flechazo artístico (…) Y estas cosas no pasan casi nunca. Había que aprovecharlo”.
Es bonito escuchar a personas que luchar por un sueño y no descansan hasta verlo cumplido. Mi enhorabuena por ello, ahora a criar a ese niño y que tenga una vida larga y plena. Besitos.
[…] muchos tipos familias, madres solteras, madres separadas, madres que comparten su maternidad con su pareja, madres que no la comparten, […]