La monja guerrera (Warrior Nun) es una de esas series de superpoderes, de guerreras y fantasías, un poco al estilo Xena, la princesa guerrera, pero con los efectos especiales de La casa de las Dagas Voladoras. Está basada en el cómic Warrior Nun Areala, del taiwanés Ben Dunn, publicado por Antartic Press, del propio Dunn. Es un cómic de “americ-manga”, o manga americanizado hecho por americanos que, aun siendo digno de leerse, ha llegado a ser superado por su propia serie.
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La serie empieza con Ava, una chica de 19 años, despertando en una morgue y descubriendo que tiene un artefacto incrustado a la espalda que le da superpoderes. Sin saberlo, ha pasado a ser parte de una orden de heroínas encargadas de luchar contra los demonios que asolan la Tierra, La Orden de la Espada Cruciforme. Ella no lo sabe, pero estas fuerzas del mal la tienen en el punto de mira.
La primera temporada captó al público de todo el mundo. La segunda se hizo esperar, dos años de producción, pero ha venido potente y está teniendo mucho éxito. Además, su trailer prometía que habría trama lésbica y así ha sido, la segunda temporada sorprende con una historia que no te vamos a spoilear pero que es digna de verse.
