Historias de amor de futbolistas lesbianas
Esta bonita pareja lésbica se conoció en 2006, entrenando juntas en la Selección neozelandesa. Kate cuenta que se enamoró de sus increíbles ojos azules y de su dominio con el balón, algo que le resultaba ya atractivo antes de conocerla en persona; Priscila Duncan tenía ya cierto renombre.
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Tras 12 años de amor decidieron casarse, y lo hicieron en diciembre de 2014 en la Iglesia Bautista de Ponsonby, con multitud de discursos emotivos por parte de la familia de Priscila y con muchas estrellas del fútbol femenino profesional como invitadas. Ponsonby es una de las iglesias de Auckland conocidas por ser LGTBfriendly.
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Su amor ha salido más fuerte de los típicos retos a los que te enfrenta la vida. Pasaron mucho tiempo separadas cuando Kate empezó a trabajar en el extranjero. Le salieron ambiciosas ofertas en equipos foráneos que no quería coger para poder estar con Priscila, pero fue esta misma la que le animó y prometió esperarla. Así fue. A su vuelta se casaron. (Foto inferior: Kate Duncan).
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Y es que para Priscila Kate es puro corazón, y ella es más mental, por lo que hacen un Ying Yang perfecto. Desde que han formado una familia -tienen un bebé recién nacido- ambas han decidido asentarse definitivamente en su país natal y están felices de jugar en su club local Onehunga, donde están también implicadas en facilitar el acceso al fútbol de las generaciones más jóvenes de niñas. Las familias de ambas están super implicadas con el bebé, y Priscila afirma que su madre es la mejor consejera en asuntos de pareja y maternidad.
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Una referente maravilloso.
Fuente: Stuff