La futbolista Jenni Hermoso se ha transformado en todo un icono de la lucha contra el machismo. Después de que España se coronara como el mejor equipo ganando el Mundial de Fútbol y Luis Rubiales, ex presidente de la Federación, empañara la brillante victoria de nuestra selección con un beso no consentido a la jugadora.
“He tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué, que no había elegido ni premeditado. He llegado a recibir amenazas, y eso es algo a lo que no te acostumbras nunca”, dijo en una entrevista a la revista GQ.
La Selección femenina de fútbol no es solo un referente a nivel mundial de lucha y unión contra el machismo y las injusticias. Es también un precioso escenario de visibilidad lésbica. En los medios podemos ver a Alexia Putellas con su novia, a Alba Redondo celebrar una victoria besando a su chica, entre muchas otras.
“Ver a Irene [Paredes] con su niño y su mujer en un Mundial es un ejemplo para las mujeres del colectivo. Y ese es también el mensaje que queremos dar, especialmente a quienes les cuesta asumir ser de una manera por si les hacen daño. Hay muchas personas que lo pueden criticar, pero hay muchísimas más que se ven reflejadas en estas acciones y eso nos ayuda mucho a seguir así”, dice Jenni a GQ.
Ante la pregunta de por qué no hay más visibilidad LGTB en el fútbol masculino, opina: “Creo que se debe al prototipo de futbolista de toda la vida. El padre de familia, el que tiene su novia… Al jugador que se plantea salir del armario le faltan referentes y cree que perjudicará su carrera deportiva porque la sociedad no es tan inclusiva todavía. En cambio, las mujeres han tenido una mentalidad respecto a esto muy diferente. Han visto que era absolutamente normal. Doy gracias a las que empezaron en este deporte, que crearon esa visión para todas las que vinieron después y eliminaron cualquier barrera”.
A la pregunta de cómo le gustaría ser recordada, Jenni contesta: “Como una persona que ha querido dejar a España en lo más alto pero, sobre todo, como alguien que ha intentado que muchas mentalidades cambien. Por suerte o por desgracia, está esta historia, pero voy a aprender a aprovecharla positivamente para pelear por lo que creo que es bueno para la sociedad. El movimiento #SeAcabó debe traer una nueva era. Estos meses, con todo lo ocurrido, la mente se me ha ido un poco del camino del fútbol. Por momentos no recordaba que era futbolista. Pero vuelvo a un entrenamiento, a un campo, a ponerme el uniforme, y quiero dar mi mejor versión otra vez. En la carrera a los Juegos Olímpicos, en mi equipo en México, en la selección. Voy a seguir disfrutando de este deporte”.