Historias de maternidad lésbica. ¿Dónde formamos nuestra familia?

Laura nunca se imaginó que a los 40 años estaría casada con una hermosa mujer y ambas serían madres de dos niños. Su adolescencia fue difícil, sufrió el rechazo de su familia cuando salió del armario a los 14 años. “En esos momentos la vida se viene abajo porque piensas que eres rara, que te costará ser feliz, que la sociedad no lo aceptará, eres joven y quieres encajar, tienes miedo. Pero realmente la vida siempre es mejor de lo que pensamos y todo mejora”, nos cuenta Laura, que vive en Barcelona. “Jamás tuve un problema por ser lesbiana, había mucho respeto a mi alrededor y mis padres terminaron aceptándolo, al punto de que ahora adoran a mi mujer y están felices con sus nietos”.

Daniel nació a través de una inseminación hace cuatro años y lo gestó Laura. El pequeño Álvaro tiene nueve meses y lo gestó su mujer.

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Cristina tiene 37 y hasta hace unos pocos años tenía un proyecto común con su novia. Casarse y tener varios hijos. Pero la vida muchas veces no es como la planeamos. “Decidimos romper la relación y fue muy duro, porque se rompían los planes, el hogar. Cuando empecé a recuperarme me di cuenta de que aunque hay cosas que me hubiera gustado hacer en pareja, podía hacerlas de todas maneras. Si me ponía a esperar vivir mi duelo, tomarme un tiempo para estar sola, enamorarme otra vez, casarme, etcétera, iba a llegar a los 40 años. Así que decidí planificar mi maternidad sola, formar una familia junto a mi hija, a la que le faltan cuatro meses para nacer”, nos cuenta Cristina, que vive en Madrid.

Ambas familias escogieron la clínica IVI  para llevar a cabo sus embarazos. ¿Por qué? Porque 9 de cada mujeres consigue ser madre en sus instalaciones, porque ya han traído a 100 mil niños al mundo, porque gracias a sus casi mil profesionales y clínicas en 10 países, se han convertido en el referente en medicina reproductiva.

Inseminación artificial, fecundación in vitro y ovodonación son los procedimientos a los que las mujeres lesbianas pueden acceder en clínicas IVI. A través de la Embryoscope, un incubador cinematográfico, pueden ver en un monitor y en tiempo real, el momento de la división celular del embrión. ¡Registrar su primer momento de vida! Esta técnica es pionera, IVI fue la primera clínica en utilizarla. Permite una mejor selección embrionaria y reduce la manipulación del embrión. IVI desarrolla tecnología vanguardista para que sus pacientes puedan conseguir la anhelada maternidad.

“También nos decidimos por IVI porque teníamos la opción de financiar el proceso. Queríamos  dos, ahora nos dan ganas de que sean tres. Dos dan mucho trabajo, cuestan bastante, pero sin duda, dan mucho amor, imagínate uno más”, concluye Laura riendo.

 

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