Más allá de estudios científicos sobre los cambios en el cerebro que provoca el famoso “estado de enamoramiento” (alias “vivo-en-una-fucking-nube”), existen un millón de pruebas empíricas que atestiguan que el amor nos vuelve gilipollas. Es por ello por lo que la sabia (a veces) naturaleza hace que disminuya la cantidad de dopamina al cabo de aproximadamente un año, para no prolongar ese estado de imbecilidad suprema que nos hace cerrar los ojos ante los peligros del mundo.
Estar en una nube es un momento precioso, para qué engañarnos, pero no podemos negar que cometemos toda clase de idioteces y perdemos completamente la perspectiva.
Para empezar, nos convertimos en seres terriblemente pesados y extremamente odiados por nuestros amig@s en el momento en el que no paras de hablar de ella y la asocias con cualquier tema de conversación:
Amiga Hasta Los Huevos (AHLH): “Hoy comemos sopa de tomate.”
Amiga En Status Gilipollescus Máximus (ASGM) “Oh, tomate, rojo que te lo cojo, el color favorito de Pepita.”
AHLH: “Estoy harta, tengo a Pepita hasta en la sopa. Literalmente.
En el trabajo también te vuelven flashes de la última noche o la visualizas con su aura iluminada, mientras tus compañeros piensan que estás un poco out, porque el análisis de los últimos estados financieros no justifica tu cara de éxtasis.
En Status Gilipollescus idealizamos la cantidad de cosas en común que tenemos con la otra persona, perdiendo completamente el realismo:
- “No lo puedo creer, te gusta pasear, somos tal para cual.” (Sí, como al 98% de la población…)
- “Viste la película Los Goonies, qué de cosas tenemos en común.” (¡¿Quién no ha visto Los Goonies salvo alguien sin infancia?!)
Esto se traslada a las conversaciones telefónicas, cuando hablas horas y horas, porque “tenéis tanto en común para compartir”. (Sí, a ver si a los 4 años de relación te da igual dormir 3 horas porque no puedes dejar la “interesantísima conversación…”). De hecho, aunque nos cueste reconocerlo, ¿quién no ha hecho alguna vez lo del “cuelga tú-no, tú”, pensando que la pregunta “¿Qué has comido hoy?” es lo más interesante de tu vida?
En realidad, creo que hasta llegas a pensar que nadie siente algo tan fuerte como tú, y casi miras con cara de pena y condescendencia a otras parejas porque piensas la gran suerte que has tenido al “encontrar el amor verdadero” y lo que se pierden ellos. El karma luego te vuelve cuando rompes y sólo ves parejas felices por la calle paseando de la mano mientras tú lloras a lo Bridget Jones.
Tabla de equivalencias antes y después de la dopamina:
CON DOPAMINA |
DESPUÉS DE LA DOPAMINA |
EFECTO DOPAMINA |
“Es la mujer más guapa del mundo.” |
“¡Qué de mujeres guapas hay en el mundo!” |
Ceguera |
“Qué graciosa es, no para de hacer chistes.” |
“Menuda payasa…” |
Sordera |
“Me encanta ese aire desenfadado y despistado.” |
“¿Te importaría ordenar tus cosas?” (optativo: “cerda”) |
Ceguera |
Fuente: Elaboración propia. Autoinstituto sobre la gilipollez humanoide.
Da igual las veces que nos hayan o hayamos roto el corazón, cada vez que nos enamoramos pensamos “Esta es la definitiva”. Ni las estadísticas ni la experiencia nos dan la razón, pero el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra 25 veces.
En resumen, qué gilipollescamente bonito es el amor y qué eterno es mientras dura.
No tengo más que decir que me ha encantado y cuánta razón.
He tenido que leer en voz alta este curioso nuevo término para mi: Amiga En Status Gilipollescus Máximus (ASGM), por Dios! He estado cerca de un acceso asmático de la risa que me ha producido y ese cuadro comparativo tan explícito no me ha dejado dudas al respecto de este estado de abstracción… jajaja
Como siempre, haces que dude hasta de mi propia infancia, Los Goonies???? He tenido que googlear el dichoso nombre que aparentemente se había borrado de mi memoria, junto con otros recuerdos de niñez más traumatizantes, no dudo en que alguna vez la disfruté, jajaja … No sé, empiezo a creer que me dejas con algunas dudas existenciales, que se me pasan a los segundos después de desahogarlas en los comentarios.
En fin, esa maravillosa descarga de dopamina es suficiente razón para ser una gilipollas por un buen rato, y torturar a, lástima para la, (y he aqui otro nuevo término acuñado para mi vocabulario) Amiga Hasta Los Huevos (AHLH) en turno. Clara, en serio eres memorable mujer!
Que artículo más divertido y real! Muchas gracias por concientizarme de esta manera, ojala todo fuera así de alegre y sencillo.
jajajaja me parto!! voy en el metro con todo el mundo mirándome porque no he podido sólo con la risa interna jajaja qué bueno! lo mejor de todo es que no es broma es real como la vida misma
Definitivamente nací con status gilipollescus…y me encanta!!! Menos mal que tengo muchas AHLH!!! adoro hacer locuras de amor!
M ncanta l estado d Gilipollez profundo y no pienso cambiarlo!!!….jajaja
yo conozco a muchas gilipollas!
jajajaja, buen post, españa, buen post
Me encanta como describes el amorcillamiento, porque está claro que si no es la dopomina (que bien podría ser tu exnovia rumana), debe de ser la sangre que se nos concentra en otras zonas (particularmente a los hombres).
Aquí dejo el tema abierto para futuras reflexiones…