Hola:
Lo primero, soy hombre: Pablo López. Quería deciros que me gusta mucho vuestra revista, le he estado echando un vistazo (casi 2 horas leyendo) a algunos de vuestros artículos. Me han resultado muy interesantes y, aunque os parezca mentira, bastantes de los consejos sirven para heteros.
Bueno, la proposición de artículo es más bien una petición de consejo: “Formas de pervertir a una chica”. Mi novia me contó que hace años era la chica más pervertida del mundo, pero ahora casi no consigo hacer nada con ella, de hecho a mí me gusta más ser pasivo que activo y querría pediros consejo en vista de que todas sois mujeres.
Por si lo preguntan, he leído este artículo “Activa tu pasión“, y no me dice nada que no supiera ya, y aunque está bien redactado y los consejos son buenos, necesitaría algo más.
Ahora al paso también se me estaba ocurriendo otro artículo que podría ser interesante “Formas de acariciar y puntos erógenos”. Leí ya por muchos sitios cosas como “En los pies hay terminaciones nerviosas de los genitales y es un buen punto de excitación”, pero discrepo frente a esas cosas, prefiero enterarme con mi experiencia y con la de otros, no con teoría de libros.
Bueno, gracias por vuestra atención, y ¡seguid así con la revista!
Saludos,
Pablo
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Respuesta de nuestra psicóloga sexóloga Aida Castaño:
Estimado Pablo:
Antes de nada agradecerte que te hayas puesto en contacto con nosotras y nos cuentes tu experiencia.
Como preguntas varias cosas, como diría Jack El Destripador, vayamos por partes (aunque no necesariamente en orden).
1. Formas de acariciar y puntos erógenos.
No es raro encontrar en muchos “libros” (sí, lo pongo entre comillas porque muchos no se merecen entrar en esta categoría, al igual que los consejos de las revistas de adolescentes no se pueden llamar enciclopedia) consejos sobre qué zonas son más erógenas, formas de acariciarlas y otras virguerías que pueden hacerse para pasar el rato.
El tema de la reflexología (creencia pseudocientífica de que todas las zonas y órganos de nuestro cuerpo están reflejados en nuestros pies) no ha sido demostrado científicamente y, como en todo, habrá quien crea en ello y quien no… Por ello, centrémonos en lo que se sabe hasta ahora, y es que nuestra piel está llena de terminaciones nerviosas que, con tacto y buen hacer, pueden darnos muy buenos momentos.
2. Cómo saber si tu pareja disfruta
Realmente esto es bastante subjetivo teniendo en cuenta que cada persona tiene una manera de expresar el placer de diferentes maneras. Pero sí hay algunos signos que suelen ser comunes entre todas y todos. En la fase de excitación podemos observar:
- Aumento de la frecuencia cardiaca: el corazón empieza a bombear más y más sangre con la excitación. Esto es debido a que la sangre empieza a concentrarse en determinadas zonas, como son: genitales (en las mujeres aumentan de tamaño el clítoris, los labios vaginales y el tamaño del pecho), los pezones tienden a ponerse erectos…
- Aumenta la lubricación: con la excitación empieza a producirse la lubricación de la vagina gracias a las glándulas de Bartolino, que secretan estas sustancias en la zona de los labios, y la producida por las paredes de la propia vagina. Si no conocéis las glándulas de Bartolino podéis exploraros o explorar a vuestra pareja, veréis que en la zona de la uretra, a los lados, hay como dos pequeños agujeros (no siempre es fácil identificarlos). Esos agujeros son dichas glándulas.
- Aumento de la frecuencia respiratoria: respiramos cada vez más rápido ya que necesitamos más oxígeno.
- Rubor (o lo que es lo mismo, ponernos coloradas como un tomate): esto no siempre pasa, pero muchas personas ante la excitación empiezan a tener ese rubor en la cara que puede extenderse a la zona del pecho.
Llegados a la fase cercana al orgasmo y durante el orgasmo en sí, podremos observar contracciones de los músculos. En las mujeres, por ejemplo, pueden notarse las contracciones dentro de la vagina durante el orgasmo, si metéis un dedo (o los que hagan falta) podréis notar dichas contracciones (pueden no notarse demasiado). ¡Un espectáculo bellísimo!
Estas serían las señales físicas más evidentes y que todos, en menor o mayor medida, solemos mostrar. Luego vendrían las señales que cada persona pueda tener: el cambio en el rostro, morderse el labio, que nos claven las uñas, gemir, o que simplemente nos lo diga…
3. Formas de “pervertir” a una chica
No sé muy bien cómo enfocar esta petición, así que intentaré centrarme en lo que me has dicho.
La rutina es fácilmente combatible con imaginación y muchas ganas. Explorad qué os gusta, qué os excita y buscad formas más “atrevidas” de llevarlo a cabo. Por ejemplo, te puede gustar ver porno para masturbarte, ¿qué tal si veis una película porno juntas/-os? Te excita la idea de la dominación y sumisión, ¿por qué no jugáis a un juego de roles donde una/-o mande y la otra/-o sea el sumiso? El límite es la imaginación (y los límites que tengáis, por supuesto).
Espero haberte ayudado, Pablo y, de paso, haber ayudado a más lectoras y lectores a que su vida sexual sea un poco más satisfactoria.
Aida Castaño
Visita mi web www.hedoneterapia.es
Muchos hombres deberían de aprender a dar placer a sus chicas tan sólo con poner empeño y pedir consejo (o un sexólogo), o mejor, comunicándose con la pareja, hablando de lo que gusta y lo que no. Sin comunicación, no puede haber sexo óptimo. Muchos amigos me consultan, e intento orientarles (sin ánimo de ponerse morbosos, ya sabéis como son algunos individuos). Siempre he mantenido que si los hombres siguen sin mentalizarse que el cuerpo de una mujer es TODO ERÓGENO, más allá de los genitales, más allá del clítoris (que desde que descubrieron que es centro de placer – no exclusivo, dependiendo de la mujer – lo tratan como si fuera un resorte mágico), me temo que el número de lesbianas bisexuales va a aumentar drásticamente. Lo sé, porque alguna que otra me ha confesado que se cambian de acera porque los hombres no les dan lo que necesitan. Madre mía…
Y no sólo los hombres. Las mujeres también nos hemos “genitalizado” y tendemos mucho a centrarnos en genitales y senos, olvidándonos del resto del cuerpo. Lo importante es empezar por darse cuenta y, después, querer cambiarlo. El cuerpo tiene millones de rincones de placer!
Me ha encantado, voy a utilizar las técnicas
Muchas gracias. Ya nos contarás qué tal el resultado…
No sabéis lo bien que me viene este articulo 🙂
Me alegra haberte sido de ayuda 😉