Relato: Cabeza borradora

mirales.es Elvira se levantó llorando. Había soñado que seguía con Laura, que todo estaba bien, que el último año no había existido. Pero no. Maldito 2013. Había arrancado ese año de todos los calendarios, eliminado todos los mails de ese año de todas las bandejas de entrada iba encontrando, tirado la ropa y las cosas que se había comprado, borrado los teléfonos que había metido en su móvil, el de sus hermanos, padres, amigos. Pero nada, se seguía levantando cada mañana del 2014 y todo seguía igual.

No entendía por qué esta vez no había funcionado. La última vez que metió tanto la pata fue un 14 de diciembre de 2011, y al final todo le había salido bien. Cogió el teléfono de Laura y borró todos los mensajes de ese día, se metió en su correo, a pesar de que es un delito, e hizo lo mismo. Arrancó ese día de todos los sitios donde lo vió, incluso arrancó más de 1000 carteles que encontró por la calle de un concierto de Alejandro Sanz, borró todos los videos del concierto del You Tube, hasta se coló en el BOE para eliminar todos los decretos, proyectos de ley, edictos, todo lo referente a ese día. Por no hablar de los periódicos…

El 14 de diciembre nunca existió, y Elvira y Laura seguieron juntas felices hasta que llegó el 1 de enero del fatídico año. Su amor era tan fuerte que había conseguido lo imposible. Consiguió que desapareciera ese día. Lo que Elvira no supo nunca, entre otras cosas porque no veía el telediario ni leía la prensa, es que desaparecieron los 23 niños que nacieron ese día y sus padres se volvieron locos buscando a sus hijos perdidos. Se abrió una investigación a nivel nacional y llegaron a pensar que había sido una secta satánica los que habían secuestrado y sacrificado a esos niños por no sé qué historia de unas profecías en las que decía que ese día podría nacer el salvador del mundo.

Lo mismo pasó con las muertes. De repente, aparecieron en sus casas más de 150 personas que supuestamente habían muerto. La conclusión, otras 15 murieron de un infarto de miocardio entre el 16 de diciembre y el 17. La gente que había sido operada, transplantada ese día se levantaron de pronto igual que antes. Pero Elvira nunca lo supo.

Sí supo, sin embargo que su amiga Rocío se levantó otra vez con una gran escayola en la pierna sin entender nada, y su primo Jaime se levantó el día 15 de diciembre y al abrir los ojos seguí sin poder ver nada sin gafas.

—Deberías reclamar y que te devuelvan el dinero de la operación —le dijo, pero ahí se quedó todo.

mirales.es Elvira estaba demasiado preocupada controlando que no se le escapara ningún cabo suelto. Esas navidades fueron muy raras para más de 170 familias, y muy, muy trágicas para 35. Elvira, sin embargo vivió muy feliz, se creía capaz de todo, pensaba que su amor por Laura era el más grande de todos los posibles. Estuvo feliz y tranquila hasta que llegó el fatídico año. Ahora, Elvira lleva casi 2 meses intentando borrar todo el 2013. Ella piensa que su amor no es igual de grande que antes, sino mayor, y sólo vive intentando tachar día tras día ese año maldito. Se cree capaz de todo otra vez, y confía en que algún día lo conseguirá. De lo que no se ha dado cuenta es que lleva varios días perdiendo el color, y la fuerza, y es que, lo que Elvira no sabe es que Jimena, que ahora está con Laura, lleva 7 meses eliminando todas las fotos donde sale ella, borrando todos sus mensajes, e-mails, destruyendo todas las copias de las tiendas y de las videotecas los cortos de Elvira, borrando los archivos de los trabajos, colegios, universidades donde Elvira había estudiado o trabajado…

Elvira se levantó llorando, había vuelto a soñar que seguía con Laura, y cuando abrió la boca para gritar su nombre de lo que la echaba de menos, ya no le salió la voz.

Julieta Lamoto

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