En nuestra revista hacemos un esfuerzo activo por ver todas las noticias LGTB que nos rodean, tanto las positivas como negativas. Y es sorprendente como muchos medios han cargado contra esta película, en plena época de amenaza de tirar banderas a la basura y acabar con nuestros derechos. El leitmotiv de las críticas es que “se ha llevado mucho dinero del estado y no ha alcanzado tanta recaudación como la de Santiago Segura”. ¡Por Dios, es como comparar a Bad Bunny con Ludovico!
Pues bien, nosotras hemos ido corriendo al cine a verla para ver de qué se trataba la polémica. Y cual ha sido nuestra sorpresa al encontrarnos un peliculón que nos ha dejado la piel de gallina. Alba Flores cada día es más camaleónica, no nos cabe duda de que se está dejando la piel en profundizar en su oficio de actriz. Un personaje totalmente nuevo y diferente a su Saray de Vis a vis o a la Caterina de Sagrada Familia.
La película habla del inicio del movimiento LGTB andaluz de 1977 en España, con unas historias que te dejan el corazón temblando, lo enlaza con las luchas sindicales de la época y su relación con un valiente y minoritario feminismo.
No te contamos más, porque tienes que ir a verla. Nos da igual la recaudación; todo el mundo debería tener esta película en su memoria.