Desiderátum es un lugar muy especial. No solo es un estudio de tatuaje, también es un centro donde mujeres víctimas de violencia de género y personas LGBTQ se van a sentir como en casa: La idea es trascender el “tufillo machista” del mundo del tatuaje y dotarlo de otra actitud y otro concepto.
Su tatuadora, la empresaria y feminista Noemí García, afirma que ha cumplido su sueño: “El estudio lleva abierto dos meses, pero hace años que me rondaba la idea de crear un espacio con una sensibilidad especial, donde la gente pudiera tatuarse un estómago grande, celulitis, estrías o cicatrices de una mastectomía sin sentirse cortada o juzgada”, cuenta a la revista Broadly.
Uno de los principales objetivos de este centro, situado en la ciudad de Barcelona, es la de ayudar a las víctimas de violencia de género a transformar cicatrices en nuevos comienzos. “Tatuamos de forma gratuita o a precios muy económicos a mujeres que tengan cicatrices por malos tratos. Siempre me ha parecido una cosa terrible y si con algo podemos ayudar es con el arte“. También realizan reconstrucciones de pezón y micropigmentaciones fáciles y capilares a personas que han superado un cáncer mama o perdido el cabello o las cejas tras un tratamiento de quimioterapia.
La artista y activista israelí Lorene Abfayer, que comisiona una pequeña galería de arte en el interior de este estudio, defiende que los tatuajes son como la armadura de un guerrero, especialmente para la comunidad queer. “Mis tatuajes me hacen sentir más fuerte, me dan la oportunidad de expresarme con libertad, decir algo sobre mi propio cuerpo, sobre las cicatrices o sobre el género (…) En el fondo, es una especie de brujería moderna, feminista y queer a través de la que te reinventas. También es un rito chamánico, porque hay miedo y dolor mientras te están tatuando, pero cuando acaba te sientes feliz. Es una victoria sobre ti misma“.
Ella inaugura la primera exposición de la galería con ‘Daughters of feminism”, una serie de dibujos que rinden tributo a iconos feministas que marcaron su tiempo, como Virginia Wolf, Valerie Solanas, la cantante Beyoncé, Alaska, Virginie Despentes o las Pussy Riots.
En el estudio también trabaja Paula, con mucha experiencia en el oficio aun a sus 23 años, y que afirma que existe un machismo encubierto en el gremio, así como Blanca, que suma otra iniciativa al estudio: una campaña para recaudar fondos en apoyo a Wunderbar (Ana María Plesia), una conocida tatuadora que actualmente está en el hospital debido a un tumor cerebral.
Desiderátum funciona bajo el lema “My body, my choise“, con el que defiende que el cuerpo es nuestro lugar más preciado de libertad y respeto. Un lugar digno de visitarse.
Fotos: Carles Mercader
Fuente: broadly.vice.com
Me encanto la idea excelente y tambien mandobmis Saludos a todas esas mujeres que luchan soy Andrea de Argentina y quisira contactsrne con Lorene para saludarla un beso gigante
Andrea Bs As. Argentina