Recientemente hemos visto The world to come, interpretada por la fabulosa, y en este momento famosísima, Vanesa Kirby, reconocida por su papel de Margarita en The Crown o por la fantástica película de Netflix Fragmentos de una mujer, con la que se llevó el Golpi a Mejor actriz en Venecia. Ella y Katherine Waterson nos sumergen en un drama de época que bien podría ser la conjunción perfecta entre Retrato de una mujer en llamas y Brokeback mountain.
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Los puntos fuertes de la película: las interpretaciones. Kirby emociona, enamora y estremece a partes iguales. Waterson tiene un perfil más bajo que sin embargo seduce igualmente al espectador desde una profundidad poco común en películas tan mainstream.
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Abigail (Waterson) y Tallie (Kirby) viven con sus maridos en la montaña, casi en mitad de la nada, enmarcada en un majestuoso paisaje. Abigail esta atravesando una horrible pérdida y escribe en su diario sus pensamientos y horrores. Un texto profundamente poderoso que nos servirá de narrador de la historia.
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Cada palabra nos trae la esencia de Ingmar Bergman o el mejor de los Almodovar. Ensayo sobre el vacío, el destino insoportable, el deseo que lo revoluciona y lo salva todo, y el amor. Un inesperado motivo de esos textos será su vecina, Tallie, que se acerca a ella buscando consuelo entre tanta barbarie y que acabará encontrando en ella mucho más que eso.
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Mona Fastvold dirige esta cinta a partir de un guión de Jim Shepard y Ron Hansen y basada en una historia escrita por el propio Shepard. La película empieza a cosechar premios (se llevó el Queer Lion en Venecia) y eso que todavía no se ha estrenado en medio mundo.
Imprescindible.
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