The Clams nos cuentan de su nuevo disco, -Déjà Vu-, y de su pansexualidad.

The Clams es un grupo compuesto solo por mujeres. 7 mujeres para ser exactos.

La expresión “Happy as a clam when the tide is high”(Feliz como una almeja cuando sube la marea) inspiró su primer single y le dio nombre al grupo. Y esa es la definición exacta que me viene a la cabeza al verlas bajar de su sala de ensayo y entrar en la cafetería donde voy a entrevistarlas: Vienen sonrientes, partiéndose de risa vete a saber por qué y se me van acercando y presentando con una actitud profundamente cercana.

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Además de presumir de la potente voz de Marina Blanot -foto izquierda- (Posiblemente la conozcas por su participación en La Voz), al grupo no le falta ningún instrumento; trompeta (Almudena), saxo (Katia), bajo (Silvia), teclados (Laura), guitarra (Henar) y batería (Maylín). Hasta ahora versionaban como nadie a las grandes voces del soul y el R&B de los 50 y 60 en las mejores salas de Madrid (Berlín Café, Tempo Club, El Intruso). Ahora, además, han sacado su primer disco con canciones propias, “Déjà Vu”, y están de gira por toda España.

MiraLES: ¿Chicas, cuanto lleváis siendo The Clams?

Marina: 6 años, aunque de las del principio quedamos Henar y yo, y es que el grupo ha ido mutando. Tanto tiempo ¡las vidas cambian! La gente se casa, se embaraza, cambia de profesión, de ciudad.

M: ¿Cómo nació The Clams?

Marina: Marta Luna, nuestra representante, tenía el capricho de tener un grupo de chicas de Soul y empezó la búsqueda. Ahí fuimos cayendo en la red una a una. Y todo empezó a tomar forma.

M: Tenéis mucha caña en el escenario. Yo, como fan número 1 puedo decir que en escena sois femeninas, rockeras, bromistas ¿Pero cómo definís vosotras mismas la personalidad de The Clams?

Laura: Llevo menos de un año en esta banda y ya las llamo las clamitmens, porque están como una regadera. Hay muchísima energía, mucha diversión y muy buen rollo. Mucha bipolaridad también (comenta entre risas Almudena, la psicóloga) Somos músicos, tenemos que tener algo “torta” en la cabeza, responde Laura.

M: ¿Ha sido fácil traer al mundo Déjà Vu?

Marina: Uf, un parto (entre risas). Además cada ensayo sale algo diferente, un matiz distinto. Estamos creando constantemente, así que es imposible aburrirse.

May: El proceso de grabación fue muy bonito. Para mi fue un sueño hecho realidad aquí en España (May es cubana). Me encantó trabajar en el estudio con que trabajé y las personas tan profesionales con las que estuvimos.

A mí, comenta Laura, la nueva teclista, me pasaron el disco al proponerme entrar en la banda. Me pareció un discazo. Redondo, animado, suena de muerte.

Silvia, la bajista que ahora ocupa el antiguo lugar de Marina, también se confiesa amante de Déjà Vu: Esta muy cuidado, tiene mucha calidad y arreglos muy buenos.

M: ¿Y quién compone?

Marina: Henar, la guitarrista, y yo, la cantante, somos las que principalmente hacemos las composiciones. Luego tenemos alguna colaboración puntual, como la de nuestro amigo Pablo Galiano. La antigua cantante, Aída, y la antigua saxofonista también han compuesto varias de nuestras creaciones. En principio compusimos todo en inglés, pero decidimos a última hora por impulso del productor y de Aída que el disco fuera en español. Paramos dos meses para hacer las traducciones y reiniciamos las grabaciones. Y así nació Déjà Vu.

M: Os habéis especializado en versionar a Etta James, Ray Charles, Bárbara Lynn, etc. ¿Cómo ha sido el paso a cantar un disco con canciones propias?

Marina: Ha sido un cambio muy drástico porque además hemos cambiado de idioma. El castellano “poperizaba” nuestro estilo. El soul y el R&B son muy americanos, el idioma te da una acentuación rítmica que con el castellano se pierde. Y es complicado de mantener, pero hemos trabajado mucho eso y encontrado un término medio que nos gusta. Ahora ya no nos inclinamos hacia ningún idioma, porque los dos nos aportan una cosa. Si miramos a futuros proyectos contamos con la diversidad de trabajar con los dos idiomas, música propia, y versiones que se hagan nuestras, subraya Katia.

M: Lleváis media España recorrida con la gira. ¿Cómo está siendo la experiencia?

Maylín -foto izquierda-: Pues mira, no solo por España. ¡Hace unos meses hicimos también un bolo en Rusia! Y se siguen cerrando lugares y fechas, incluidos festivales, como el de Colmenarejo.

Marina: España si la habíamos recorrido anteriormente, pero con versiones. Con un disco propio no sabes como va a reacciona la gente pero hemos conseguido un concierto divertido y dinámico, así que todo fluye.

 

M: Sois una banda muy diversa en muchos sentidos. ¿También en el sexual?

Bueno, en esta banda si, hay mucha diversidad. ¿Preguntas por nuestra orientación sexual? (Risas). Yo soy lesbiana, -afirma Marina, la voz-. Yo soy mayoritariamente heterosexual, -añade Silvia, la bajista- pero estoy explorando la pansexualidad. Lo que tengo claro es que no puedo tener relaciones ni monógamas ni monoamorosas, concluye.

M: Es increíble el cariño y la admiración que os tenéis. Además de ese amor, ¿hay algún affair en este grupo?

“Jajajaja”. Se oyen las risas y las diferentes opiniones: “The Clams es poliamor”. “Pansexualidad y amor”. “Hasta ahí podemos leer”.

M: Tenéis multitud de fans lesbianas y bisexuales. ¿Os gustaría ser un referente LGTB?

Bueno, por qué no, pero lo que más nos gustaría es ser un referente musical.

Nos encanta que venga gente de todo tipo a nuestros conciertos porque nuestro mensaje es la libertad con mayúsculas, asegura Katia. The Clams es diversidad en absolutamente todos los sentidos. Igual tocamos en un festival de música que nos encantaría tocar en el Orgullo gay subidas a una carroza, afirman. ¡La carroza de los pansexuales! señala Almudena entre risas.

M: The Clams es un grupo exclusivamente femenino. ¿Eso marca alguna diferencia?

Laura: Yo estaba antes en una banda muy semejante a The Clams pero compuesta completamente por hombres, aparte de mí. Yo siento una diferencia: Hablamos más las cosas, sentimos más las cosas y se nos nota. Es todo más visceral.

Almudena, que también toca en otra banda compuesta por chicos y ella, nos habla de que la relación es totalmente diferente: Es que The Clams es algo más allá que una banda, es un grupo de personas que se aman y se apoyan en las alegrías y las penas. Katia nos dice que siempre le sorprende e irrita sobremanera cuando le preguntan “¿Sois todo tías? ¿Y hay buen rollo?”. ¡Qué clase de tópico es ese! Hay más que buen rollo, afirma rotunda.

M: Marina ¿Cómo ha sido tu experiencia en La Voz?

Marina: En la edición en la que yo estuve era distinta a las otras porque buscaban directamente profesionales dedicados a la música. El ambiente era distinto, lo se porque conozco otros casting donde la gente va a cumplir su sueño de dedicarse a esto. Yo ya me dedicaba a la música así que para mi fue la oportunidad de darme a conocer en un gran medio. Desde que estuve en el programa, me reconocen en los conciertos de The Clams, y eso supone una atención extra para mi grupo. Eso ha sido lo que me ha aportado La Voz.

-Todavía puedes ver el Déjà Vu Tour el 26 de agosto en Toledo, el 14 de septiembre en Madrid Barajas y el 23 de septiembre en La Palma (Canarias)-.

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