Tan normal que ni lo ves

Hace unas semanas participé en la última edición del LGBT@WORK, el evento que cada año organiza ieOut. En esta cita anual, ejecutivos y profesionales discuten sobre las mejores prácticas de inclusión en el entorno empresarial para gays y lesbianas.

Este año compartí panel con Diversity Consulting que habló de turismo. Y con profesionales de IBM y Barclays que hablaron de los grupos Eagle y Spectrum, las redes LGBT europeas a través de las que canalizan sus actividades y la formación sobre diversidad de sus ejecutivos.

También comentamos la importancia de diferenciar negocio de activismo, no como actividades opuestas, sino complementarias. Vimos cómo las empresas pueden ser coherentes con sus valores, a la vez que abordan el colectivo LGBT como clientes, como empleados o como agentes de opinión, manteniendo excelencia, innovación y eficiencia.

mirales.es En mi presentación, entre otras cosas, hablé del producto gay friendly —por favor no olvides que en inglés el adjetivo no tiene género. Este concepto normalmente se define como producto inclusivo o exclusivo. Pero a mí, me gusta explicarlo de la siguiente manera:

Por un lado, está el producto exclusivo, por ejemplo, las bodas gays y lésbicas, que la oficina de turismo de Nueva York comercializa en paquetes llamados “Yes, I do”. Una boda es un producto caro, en el que normalmente gastamos algo más de lo que tenemos, y que incluye varias partidas: por un lado, el enlace, con sus certificados, oficiante, ropa de etiqueta y demás burocracias; por otro, la celebración con la recepción y la fiesta, el alojamiento, turismo y por último, la luna de miel.

Por su parte, el producto incluyente, es aquel que hace un guiño a este colectivo sin ser necesariamente específico. Les contaba de un viaje a Portugal con mi madre en el que ella no comprendió por qué nos ofrecieron cama doble en el hotel… Nos reímos mucho cuando les contaba a mis oyentes lo violento que fue una ocasión en urgencias, cuando un médico confundió a mi jefe con mi marido… y es que sacar la intimidad de su contexto puede ser complicado.

mirales.es Finalmente, mi favorito, el producto que no excluye y que sencillamente, normaliza. Algunos se rieron cuando les puse este anuncio y te digo lo mismo que a ellos, no mires a los artistas fíjate en los espectadores. Posiblemente mi abuela ve escenas familiares de abuelitos con nietos, una tierna pareja de chico y chica que entrelazan sus manos o grupos de hermanas o amigas pero yo veo otras cosas. Y tú, ¿qué ves?

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=fZujPXw8h9M[/youtube]

¡Felices fiestas! Y ya sabes: pon tus sueños a jugar.

Na, na, na, na, na, na, na, na.

¡Por cierto! Una amiga americana que es gran amante de la ópera está indignada, me cuenta que en esta disciplina, como en el milenario teatro chino, los gestos estereotipados son parte del espectáculo, ¡y nos llamó paletos!

Margarita Alonso

Centro de Diversidad IE Business School

Comparte este artículo

1 comentario en “Tan normal que ni lo ves”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio