Necesitábamos alejarnos de Madrid, cambiar de aire. El 2013 estaba siendo un año raro. Cogimos el coche y emprendimos viaje mi novia y yo, una pareja de amigas y nuestra perra. Encontramos un lugar único, mágico, que tienes que visitar. Las Chozas Ruta de la Plata, en la cima del pueblo de Guijo de Santa Bárbara, Comarca de la Vera, Cáceres.
Entramos en Las Chozas anestesiadas por el cansancio, pero el esplendor de la casa principal nos despertó. Un gran espacio de techos altísimos de vigas vistas, las paredes decoradas con mucho arte y numerosos detalles en los que perderse, que hablan de historias y de otros tiempos, un hermoso piano, entre otros muchos instrumentos musicales, el suelo que recuerda a un baño árabe, esculturas de piedra, una cocinita de madera y, en una esquina de la casa, una especie de salón de té chill-out.
Antonova Masedosky (Toñi en las Chozas), dueña y anfitriona, quería crear un espacio para mujeres. Un pequeño paraíso para nosotras, sobre todo motivada por la ausencia de lugares así. Y logró un juego de sensaciones interesantes. Te sientes en tu casa, cómoda, tranquila. Y, por otro, te sientes fuera de tu hogar. Resultado: desconexión.
Toñi se mueve por las Chozas como parte de la naturaleza. Siempre intuyendo si necesitas intimidad o conversación. Siempre dispuesta a echarte una mano para encender la chimenea, prepararte un café o invitarte una copa.
Si vienes en un grupo puedes alquilar la casa. Si vienes en pareja o en trío, puedes quedarte en las chozas, como fue nuestro caso.
Las chozas están ubicadas en un hermoso espacio a cielo abierto con unas vistas incomparables, donde no falta la piscina, una barra de bar, un pequeño gimnasio al aire libre, bicicletas y un poblado huerto que augura un verano lleno de fresas, higos, tomates, además de los kiwis y judías que ya van naciendo.
Unos pasos más allá nos topamos con las dos chozas. De ensueño. Rústicas por fuera, piedra y paja. De diseño por dentro. Totalmente equipadas. Baño, cocina, nevera… ¡y chimenea!
Abrimos una botella de vino y cenamos. Después cada pareja a su choza. Dentro, calorcito y una gran cama. Fuera, el frío invierno.
Nuestra perra recorre el espacio feliz. Los animales son bienvenidos en las Chozas. La saco a pasear. Miro al cielo. Saboreo el silencio absoluto y observo el cielo asombrosamente estrellado. Embriagan las emociones.
Previo a la despedida, a la mañana siguiente, Toñi nos obsequia con un desayuno inolvidable: queso de la tierra, una magnífica mermelada hecha de los higos y manzanas de la huerta, café, té, aceite, tomate y el sabroso pan de la zona. Nos vamos satisfechas, sorprendidas. ¡Qué bien que hemos venido!
Nos ha faltado visitar los famosos parajes que rodean el pueblo. Ríos, gargantas con sus maravillosos charcos y jacuzzis naturales, miradores, museos y pueblos imprescindibles. Sin duda, ¡volveremos!
Las Chozas son un espacio con todos los valores de respeto al medio ambiente y las relaciones humanas, donde te sentirás como en casa o fuera de ella si deseas desconectar.
- Si buscas intimidad con tu pareja, silencio, descanso, romanticismo, este es tu lugar.
- Si buscas un lugar acogedor del que sentirte parte, Toñi se encargará de hacerte ser uno más de la familia.
- Si necesitas un momento rural, donde perderte, encender la chimenea y cocinar de la propia huerta, este es tu lugar.
- Si vienes en familia y/o con mascotas esta es vuestra casa. Aquí los niños tienen mucho donde jugar. Y por cierto, no pagan.
- Si vienes en grupo, ¡Stop! No busques más. Este es el sitio.
En palabras de nuestra hospedadora, “Son bienvenidas todas las personas que vienen en son de paz y con aires de libertad”. Sígueles en Facebook.
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Fantástico Reportaje, Mejor? ¡Imposible! GRACIAS