La niña lunares, flamenco fusión que viene pisando fuerte

Se han convertido en todo un referente lésbico madrileño

La niña lunares es un grupo flamenco en plena expansión. Las conocimos en un concierto suyo y nos impactó su profundidad y sensibilidad. Un violín capaz de convertirse en violonchelo cuando quiere, una guitarra que no desmerece a las mejores de este país. Un cajón revolucionario entre las manos de una joven de 23 a la que no le faltan años de experiencia. Y unas palmas  y una voz que te hacen imposible no salir atravesada por su directo. La garra de Lola Flores, la profundidad atormentada de Chavela Vargas. 

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Sus letras hablan de mujer a mujer, porque es su verdad, y se están convirtiendo en todo un referente lésbico en el panorama madrileño. Asiduas al Orgullo desde 2015, donde despegaron con “Por amor”,  una obra de teatro sobre el amor entre dos mujeres con un hilo musical, poesía y cante, de base.

Si amas la música, incluso aunque desconozcas el flamenco, no te puedes perder su concierto el próximo 31 de enero en el Fulanita de Tal, donde lanzarán sus nuevas creaciones junto a boleros y coplas que reconocerás.

¿Chicos, cómo nace Niña Lunares?

Lorena Jiménez: (Cante); El nombre es una adaptación de cómo me llamaban de pequeña, la niña del lunar.

Yo era camarera del Café Central y tenía un cliente que siempre me escuchaba cantar al cierre del bar. Yo no había cantado en mi vida en público. Me propuso que hiciéramos un concierto de cante y poesía. Le dije que sí y llamé a Mani diciendo ¡qué hago! ¿te vienes? ¿Tú me seguirías? Nos fuimos a un bar flamenco en busca de guitarrista. Y así empezó nuestra historia en el escenario.

Mercedes Martínez (guitarra): A mi me hicieron una audición (risas) en casa de Lorena. No sabía que me iba a encontrar pero desde los primeros ensayos se creó una familia. Luego llegó el violín y yo me di cuenta de que el cajón sería el toque final y traje a Alba (Cajón).

¿Cuales son vuestros referentes musicales?

Antonio Delgado, Mani (Palmas): Vamos desde la copla al bolero. Y nuestros referentes humanos son, sin duda, Lola Flores, por su sentimiento. Que no está todo en decirlo de una forma bonita, sino con sentimiento, de ahí nuestra conexión con nuestro amor al teatro. Nuestro otro referente es Chavela Vargas, una voz rota pero que llega al espectador con una explosión de sentimiento. Queremos que el espectador sienta con nosotras. 

¿Os consideráis feministas?

Lorena: Si. Somos feministas. Aunque no estamos de acuerdo con la exclusión de las personas transexuales del movimiento feminista, por supuesto.

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¿Vuestras letras siempre son de mujer a mujer. Es parte de una reivindicación LGTB?

Mani: Somos un grupo LGTB y estamos orgullosos de ser un referente.  Aquí cada cual canta con su verdad.

Elba Puerta (Violín): También somos un canto a la mujer y además, nuestros referentes musicales son mujeres.

Lorena: Mani es chico y compone alguna de las canciones naciendo desde él pero sabe que yo voy a cantar con mi propio sentimiento y como lesbiana canto al amor hacia la mujer por lo tanto las canciones que yo cante estarán en femenino y dirigidas a mujeres.

En el flamenco no hay muchos referentes abiertamente LGTB, más allá de Rocío Molina y Poveda. Teméis un  techo de cristal siendo canciones lésbicas.

Lorena: El problema de ese techo de cristal para una mujer lesbiana está principalmente en ser mujer, más que en ser lesbiana. Hay mucho machismo en el flamenco. Pero te aseguro que hay muchísimas mujeres lesbianas en el flamenco, de todas las edades. Es una revolución tal el flamenco que las mujeres que llegaban a él eran las que se escapaban de su casa para vivir su libertad, de ahí yo creo que haya tantas mujeres lesbianas dentro de este mundo.

Mercedes: Los techos de cristal se rompen. Para eso está el talento. Tú lo escuchas cantar y dices sí si, “cuéntame lo que quieras de con quién se acuesta pero esto es talento”. Tienen que aguantar oídas por detrás, sin duda, pero con talento, a día de hoy, lo revientan. Sobre guitarra y cajón es otra cosa, no está nada visto que toque una mujer, sin embargo tú te vas ahora al conservatorio y te encuentras muchísimas mujeres que un unos años van a  salir tocando como nadie.

Lorena: Luego está la frase de “para ser mujer cómo toca”.

Mercedes: 0 “que toque la niña” como si fuera un mono de feria. –Esto pasaba principalmente cuando yo llegué a Madrid, en 2004..Por suerte ha cambiado mucho. Entonces íbamos a las peñas y nos echábamos a tocar y te venía el flamenco rancio en plan “que toque la niña” y luego acababan diciendo “Ay que ver la niña como toca”-.

Alba: Yo crecí viendo a mi hermana bailar en casa. Cuando empecé con el cajón ya me sabía de oído las coplas, las bulerías…Cuando te ven aparecer, por ser mujer o ser tan joven, no se esperan que vayas a tocar en condiciones. Y luego muchas veces me han agradecido que mi sonido sea mucho mas limpio e intenso que el de algunos que se traen 40 instrumentos de percusión. 

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¿Quién compone, cómo y cuándo?

Lorena: Componemos entre Mani y yo. Creamos la letra, la melodía y ellas (violín, guitarra y percusión) le dan forma. Nosotros venimos de Jerez y hemos mamado el cante desde que somos pequeños pero somos los que menos música del grupo hemos estudiado. A veces ellas cambian muchas cosas o a veces simplemente suman sus instrumentos. 

Dadme un nombre para entender vuestro estilo

Elba. Yo lo llamo Flamenco trans fusión, esa fusión entre palpar la historia desde que nace en las composiciones de Mani y Lorena y empezar a darle forma y ver, a veces, como entra en pura transformación.

Escucha una de sus nuevas composiciones (también en Spotify):

 

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