La “curiosa” publicidad de 1973

Hace pocos días llegó a mis manos este anuncio de 1973. Aún sigo sin saber cómo sentirme al respecto del mismo. Me indigno por la insinuación de que las mujeres olemos mal y tenemos que oler siempre a florecillas del bosque para no aturdir el “delicadísimo” olfato masculino, o me dejo llevar por la risa incontrolable que me provoca esta imagen.

Situémonos: España, 1973. Últimos coletazos del franquismo, el divorcio sigue siendo tema tabú, Mocedades queda segunda en Eurovisión con “Eres tu”, y sigue habiendo censura. Vale, aquí es donde yo no puedo dejar de reír y mataría por conocer al publicista. Esta persona, fuera quién fuera, consiguió pasar esta imagen a través de sus jefes, a través de la empresa que los contrató y, finalmente, a través de una revista conservadora importantísima de gran tirada nacional. ¿Cómo lo defendería? ¿Tuvo que defender su anuncio o las lesbianas eran tan invisibles que a nadie se le pasó por la cabeza que esta imagen podía tener otras interpretaciones?

Quiero imaginar que lo diseñó una mujer, inteligente y con gran sentido del humor. Y no puedo dejar de imaginar que un tiempo después, tumbada en su sofá en brazos de su mujer, ambas rieron a carcajada limpia de su venganza… empezaba la visibilización de las lesbianas, pero el resto aún no se había dado cuenta…

 

dos formas de oler a mujer

 

Por Zoe Riudavets

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