Escalofriante. Aunque no por ello deje de ser el pan de cada día. Muchos conocemos los entresijos del mundo del cine aquí y allí y el estar armarizado a la fuerza no es, en absoluto, la excepción. La diferencia con Kristen es que ella es uno de los seres más espontáneos y claros de este mundo y no pasa por aro alguno, mucho menos a estas alturas de su vida, donde le sobra trabajo y popularidad. Como para nadie, en sus inicios no fue tan fácil ser libre y vivir trascendiendo etiquetas. Lo acaba de contar a Harpers Bazaar. “La gente de la industria me dijo claramente cuando comencé a darme a conocer; -No pueden saber que eres lesbiana. Hazte un favor y no salgas de la mano de tu novia en público, es posible que de esta forma consigas un papel en Marvel“. En la entrevista dijo, con admirable claridad, que ella jamás trabajaría con alguien así. “Me informaban desde una mentalidad de la vieja escuela. -¿Quieres preservar tu carrera y tu productividad? Hay gente en este mundo a la que no le agradas. No les gustan tus relaciones lésbicas, y no les gusta que te identifiques como gay“. Amplia tu lectura con: Kristen Stewart a Donald Trump: ¡Soy tan lesbiana, tío! Stewart habla del pasado. El desenlace lo conocemos. Desde entonces no solo ha salido a la calle con su chica, sino que ha vivido con total libertad el tener diferentes affairs -varios al mismo tiempo- sin la necesidad de pararse a ver por qué puerta salgo y en qué calle me escondo. Tan visible es que su orientación sexual ha pasado a un necesario segundo plano y se vuelve a hablar de lo importante, sus papeles. Que por cierto, son innumerables. Recientemente la hemos visto en la Mostra de Cine de Venecia presentando uno de las varias películas que tiene en cartel este año, Seberg, thriller en el que interpreta a la también actriz y leyenda Jean Seberg.