—¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? —le preguntó su madre cuando le confesaba que se había enamorado de otra chica. Cuando la señora Winterson realizaba esta pregunta, Jeanette sólo contaba con dieciséis años y un sinfín de preguntas. La homenajeada escritora inglesa no tuvo una infancia ni una adolescencia fácil, por eso su autobiografía está cargada de tanto sentimiento y de tanta frustración.
Si hay un día que jamás podrá olvidar esta escritora inglesa, es sin duda el día que confesó que se había enamorado (por segunda vez) de una chica. A su madre no le tembló el pulso cuando le preguntó “¿Por qué de una chica?”, a lo que ella respondió: “Cuando estoy con ella soy feliz. Feliz, sin más.” La madre se quedó pensativa y tras un silencio demasiado incomodo le respondió “¿Por qué ser feliz, cuando puedes ser normal?”.
Ese día abandonaría el hogar que la vio crecer, cuando su madre le hizo escoger entre no ver más a esa chica o irse de casa. Vivió en un mini hasta que una profesora la acogió en su casa y la ayudó a preparar su ingreso para estudiar filología inglesa en Oxford. Este es el comienzo de su nueva y deseada vida.
A los 23 años publicó su primera novela, Fruta prohibida, en la que cuenta la historia de cómo y en qué circunstancias abandona la casa de su familia adoptiva. La acogida del público fue magnífica, llegando a hacer una miniserie por la BBC en los años 90 para llevarla a la pequeña pantalla.
Ha publicado más de una veintena de libros, en los que destacan títulos como: Paseo para principiantes, La pasión, La niña del faro, El guardián del tiempo y ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, su autobiografía.
Pero su carrera ha sido muy productiva; además de todos estos títulos, cuenta con grandes premios (fue condecorada con la Orden del Imperio Británico) y varios millones de ejemplares vendidos. Podemos decir que Jeanette es una de las escritoras inglesas más valoradas. Tanto es así que actualmente colabora de manera esporádica en dos grandes periódicos, The Times y The Guardian.
En la mayoría de sus libros se trata el tema de la homosexualidad en general y en particular el del lesbianismo, desde un punto de vista muy profundo. Con un estilo posmodernista, nos relata historias muy cercanas y conmovedoras, de las que te hacen pensar y replantearte la forma de vivir. Ella siempre decía: “Los libros son, para mí, un hogar”, y ahora ella es la que llena esos hogares de letras y de historias tan llenas de vida, que son cómo bocanadas de aire.
Con lo fácil que era haber hecho la observación correcta exactamente al revés: “¿por qué ser normal, cuando puedes ser feliz?”. Ayyyy.. qué penita es que tantas otras personas jóvenes reciban aun en nuestros días respuestas parecidas.
Iba a escribir lo mismo que tú ;), así que suscribo tus palabras, jejeje. Hay que ser felíz, ¿qué es eso de ser “normal”?
Valiente mujer y gran escritora 🙂
Un abrazo a todas
Sonieta guapa, tesoro. 🙂
MUAMUAMUAMUA!!! Pa tí,todos 🙂
Qué de beeesos.. cómo molan. Otra montañota grande para ti. 🙂
Digo yo que.unos.padres.sean.como.sean,.solo.quieren.que.sus hijos.sean felices..y como.digo.siempre,.las.personas se.enamoran.de.personas.no.de.sexos..
Digno de admirar lo de esta mujer. Ole y ole…y hablando en plata: ahora que se jodan sus padres adoptivos
Visibilidad!
Recomiendo vivamente la lectura de esa autobiografía, “¿por qué ser feliz cuando puedes ser normal?”. (Atención: spoiler) Resulta curioso que, con todo lo represora que era su madre adoptiva, la autora le mantuvo una lealtad que le llevaba a defenderla frente a su madre biológica (a la que conoció al cabo de los años) cuando esta intentó criticarla.