Las autoridades italianas han tenido que liberar a una joven lesbiana de 17 años encerrada en su habitación desde hace un año.
Los responsables de esta barbarie han sido sus padres que decidieron encerrarla cuando la joven (de la cual no ha trascendido la identidad) decidió salir del armario a los 16 años.
Una organización LGTB (Gay Center) con sede en Roma dijo que la joven de 17 años fue liberada la semana pasada, después de que llamara a la línea de ayuda del grupo, en una operación coordinada con el observatorio policial contra la discriminación.
“Las autoridades fueron a su casa después de que denunciamos el caso y la encontraron encerrada”, comentaba el portavoz del Centro LGTB, Fabrizio Marrazzo.
En sus declaraciones comentó que los padres de la adolescente la obligaron a quedarse en casa durante aproximadamente un año, lo que le permitió salir de la casa solo en casos excepcionales.
“A partir de ese momento, su vida se convirtió en una pesadilla”, dijo, describiendo cómo su familia le impidió ir a la escuela y la sometió a violencia y abuso.
Marrazzo cree que lo que le sucedió a la adolescente es muy serio y muestra la necesidad de que los legisladores aprueben una ley contra la homo-transfobia, que también debe incluir capacitación para el personal de la administración pública sobre discriminación y prejuicios.
Una ragazza di 17 anni è stata per quasi un anno chiusa a chiave nella sua camera, con un cellulare senza scheda. È stata liberata pochi giorni fa grazie all’intervento del Gay Center. Ma il suo caso è solo uno dei tanti: ne abbiamo parlato con il… https://t.co/zG4zzLIJ6f
— Gay Center (@gaycenter_it) October 4, 2018
El Gay Center dice que recibe alrededor de 20.000 informes de homofobia y transfobia a su línea directa cada año, un promedio de 54 por día.
“Una vez que se ponen en contacto con nosotros, tratamos de implementar la mediación familiar siempre que sea posible, de lo contrario, los llevamos a la seguridad a través de OSCAD y el Ministerio de Educación, Universidades e Investigación. Para aquellos que han cumplido 18 años, solo hay una instalación en toda Italia, con sede en Roma, que solo puede albergar a ocho personas y está dirigida por voluntarios”