La pareja formada por Wendy Kessman, de Estados Unidos, y Nomfundo Ngidi, de Sudáfrica, han estado lidiando con múltiples y complicados reveses del Departamento del Interior de Sudáfrica por el visado de cónyuge, en otro ejemplo más de discriminación contra las parejas del mismo sexo por el gobierno sudafricano, a pesar de que la igualdad matrimonial se legalizó en noviembre de 2006.
La pareja, que tiene una relación desde 2014, solicitó un visado de cónyuge para Wendy poco después de celebrarse su matrimonio a principios de 2017. Su solicitud ya había sido rechazada inicialmente, ya que les decían que Kessman tenía que regresar a Estados Unidos para presentar su solicitud. Esta información contradecía el asesoramiento anterior de Asuntos Internos de que Kessman podría solicitar un visado mientras se encontraba en Sudáfrica, después de un fallo del Tribunal Superior de 2016 que impugna las normas previas que ordenan a cónyuges extranjeros solicitar y aguardar decisiones sobre visados de cónyuge fuera del país.
En diciembre de 2017, después de apelar el rechazo inicial, Kessman y Ngidi se sorprendieron al descubrir que su solicitud de “visado de estudios” fue rechazada, dado que ellas no solicitaron un visado por estudios sino por matrimonio.
La pareja ha recibido el apoyo de los grupos LGBTI sudafricanos y la cobertura de una revista online sudafricana LGBTI (Mambaonline). Sin embargo, puede que su caso no tenga éxito, ya que Asuntos de Interior las llamó la semana pasada diciendo que su solicitud será rechazada nuevamente.
Es una decisión horrible. Se ha hecho evidente en todo momento que no nos ven como una familia”, comentó Kessman.
El Departamento del Interior de Sudáfrica ha sido criticado por activistas LGBTQ y miembros de la comunidad por discriminar a las personas LGBTQ en sus procesos. Han rechazado las peticiones de eliminar las disposiciones que permiten a los funcionarios matrimoniales negarse a casar a parejas del mismo sexo, pero los activistas han logrado evitar que asuntos internos obligara a las personas trans casadas a divorciarse para obtener un cambio de género en la documentación .
“Hay mucha evidencia anecdótica que sugiere que la homofobia y la transfobia juegan un papel en el proceso de tratar de regularizar el estado de una persona”, dice Matthew Clayton, Coordinador de Investigación, Abogacía y Políticas en The Triangle Project, que brinda servicios de salud, apoyo y otros servicios profesionales a la comunidad LGBTI de Sudáfrica, como clínicas, asesoramiento y apoyo legal para sobrevivientes de violencia. Clayton señaló que hay una falta de datos sobre las tasas de aceptación y rechazo de los visados conyugales basados en la sexualidad, y también señala que el problema parece afectar a las personas sin importar el país de origen o los recursos: “Sé de muchas personas de Estados Unidos y del Reino Unido, personas que tienen los recursos para contratar abogados y que tienen empleados ayudándolos, que aún no pueden quedarse en Sudáfrica “.
Sudáfrica ha tenido una relación tenue con personas LGBTI; a pesar de ser uno de los primeros países en reclamar la protección de los derechos LGBTI, la violencia y la discriminación abundan, especialmente hacia las lesbianas negras y los hombres trans .