Las obliga a buscarse un marido para recuperarlos
Cuatro años en el limbo. Cientos de óvulos fertilizados (embriones) que han supuesto un altísimo gasto para muchas personas y están retenidos por el gobierno polaco.
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El gobierno ha decidido que hasta que esas posibles madres, las lícitas dueñas de los embriones, no encuentren a un hombre que asuma la responsabilidad de ser el padre no podrán salir del congelador, con el consiguiente gasto que supone mantenerlos allí para sus portadoras. En consecuencia, en el caso de las mujeres lesbianas y solteras, independiente de su orientación sexual, el gobierno ha decidido retener sus embriones para siempre.
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Un hecho que ha pasado bastante desapercibido en los medios pero que es una absoluta violación de los derechos humanos. Si pensamos en el coste de estas mujeres para conseguir acceder a estos embriones (extracción de los óvulos con la consecuente hormonación), el gasto económico para acceder a este servicio -y mantener la congelación- y el proceso psicológico para pasar por ello, este bloqueo institucional es verdaderamente aberrante.
El gobierno tiene en vilo la expectativa de estas mujeres de ser madres, y para muchas de ellas el paso del tiempo juega en contra de su maternidad.
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Por supuesto esta locura es obra de la extrema derecha, acontece desde quel el gobierno polaco está en manos ultraconservadoras. Mikolaj Pawlak, el abogado religioso que es ahora el Defensor del Niño del gobierno polaco, a pesar de no tener ninguna formación relacionada con el cargo, afirma que su decisión, lo que es impedir la fecundación in vitro de solteras y lesbianas es una manera de proteger a futuros niños de una vida “indigna” por haber nacido a través de un método “vil y malvado”. Este “tolerante” señor confirma que no permitirá ningún nacimiento que no se de dentro de un matrimonio oficial entre un hombre y una mujer. Tan personalmente se ha tomado este asunto que muchos de los embriones congelados por empresas extranjeras residentes en Polonia también han sido nacionalizadas y por lo tanto, bloqueadas. Por si fuera poco, Pawlak se ha inventado -está demostradísimo científicamente que esta dato no es real- que los hijos provenientes de FIV nacen con malformaciones.

El defensor del niño defiende también los castigos corporales a los niños si no son “una paliza”, entre otras muchas medidas “extremas”. Y ya os podéis imaginar lo que piensa de la homosexualidad, está absolutamente en contra de las personas LGTB, incluso propone castigar con cárcel a quienes enseñen educación y diversidad sexual en los colegios, cosas como por ejemplo poner un condón o masturbarse.
Pobres niños. Pobres madres. Pobre Polonia.