De novio a novia. Mis expectativas y la realidad

¿Tú también pasaste de un novio a una novia? ¿También tenías expectativas? Te cuento las mías… 

¡Que guay! ¡Ahora todo será más fácil! Ella seguro que me entenderá mejor. Claro, es mujer como yo. ¡Por fin!

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Basta de explicaciones sin sentido, de que no capten mis indirectas o mi silencio. Y mi querido “no me pasa nada” ya nunca será una frase tranquilizadora, sino se aceptará como tal “estoy molesta, la has cagado, pero no quiero hablarlo, tienes que deducirlo tú”. 

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¡Y la ropa! ¿Tendré el doble de armario? Seguro que iremos juntas de compras y a ver esta peli romanticona. 

¡Y lo más importante! ¡Será mi mejor amiga! 

¿Os suena algo de eso? Pinta bien, ¿a que sí? No sé si alguna ha conseguido todo eso, ¡ojalá!, pero la realidad no es exactamente así. 

He hecho los deberes y he leído y visto mil historias sobre “las ventajas y desventajas de ser lesbiana”. Aquí y ahora intentaré confirmar o desmentir algunas de ellas.

¡Vamos allá!

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Las que nos hemos puesto a investigar el tema, nos hemos cruzado con innumerables listados de ” Ventajas y desventajas de ser lesbiana”… Como si una pudiera elegirlo y eso pudiera ayudarle a decidirse. 

Pero bueno, allí hay verdades y mentiras, las que una persona ajena no reconoce. 

1. Sexo. Antes de empezar: ¡Verdadero! El sexo es “más mejor”. Tu pareja sabe mejor donde y cómo tocarte, no necesita recuperarse 15 o más  minutos/horas para seguir. El sexo puede durar hasta que os canséis, hasta que se os desencaje la mandíbula, hasta que se os gasten las huellas dactilares. Y que os puedo decir de lo suave y sedoso que es el cuerpo de una mujer. Es todo un placer acariciar su cuerpo, besar sus labios, oler su dulce aroma, acariciar sus pechos, pasar la mano por su espalda grabando en tu memoria cada curva de su cuerpo. 

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Y ¡Bingo! ella sabe donde está el clítoris. Y no olvidemos de ahorro en preservativos y tranquilidad ante “un embarazo indeseado”. 

A la vez, no nos olvidemos que igual que en una relación hetera, os pueden gustar cosas diferentes, o simplemente ella “no sabe hacerlo bien”. Las hay también, os lo aseguro. 

2. Armario: ¡Falso! Primero, nadie te asegura que gastéis la misma talla. Y, segundo, en caso de que lo sea, lo más probable es que te encuentres en la situación de “esta noche me pongo este conjunto, pantalón, falda, sujetador, etc…” y ya esté ocupado.

3. Más celos – ¡Verdadero! Reconoced, os habéis visto más de una vez con lesbianas más celosas de lo normal. No sé deciros porque pasa esto, puede que sea coincidencia, o inseguridades propias de cada una, no sé, pero el hecho es que en una relación lésbica humildemente creo que es más probable encontrarte con una novia celosa. 

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4. Será mi mejor amiga: ¡Falso! Es tu pareja, no tu amiga. Y la tratamos como tal. Es decir, puede ser la razón de tus dudas, enfados, lágrimas, sufrimiento. Si es así y damos por hecho que además es tu mejor amiga, se supone que vas a acudir a ella para llorar tus penas, ¿no?

Pero no, no puedes, si de la que te vas a quejar es de la misma persona. Para esto tienes a tu mejor amiga, no es compatible que tu pareja sea las dos cosas. 

5. Tu entorno no lo acepta – Depende. Depende de muchos factores, donde vives, cómo es tu familia. Puede ser algo complicado al principio, ya que no todo el mundo tiene la mente abierta aún, pero las cosas se van relajando y al final llega la aceptación. ¡Ten paciencia!

6. Crear una familia es más complicado. Afortunadamente aquí en España ya no, así que ¡Falso! Lamentablemente hay muchos países donde esta definición es cierta, pero con permiso hablaré solo del mío. 

El matrimonio igualitario se legalizó en 2005, a partir de allí muchas parejas felices se han unido oficialmente y han recibido el estatus legal. 

Aparte, está permitida la adopción por parejas del mismo sexo y los tratamientos de reproducción asistida por la seguridad social o en clínicas privadas

Para mi estos 6 puntos son los más importantes. De todas maneras, partiendo de que aunque hubiera más “contras” que “pros”, somos conscientes que ser lesbiana no es una elección, ninguno, aunque sea el más importante, el más complicado de solventar, podría desviarnos de nuestro camino.

Por: Olga Zhukovskaya

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