Se me ha roto el corazón al enterarme de que HBO ha decidido cancelar la maravillosa serie sobre la vida de Anne Lister: Gentleman Jack. No culpamos a la plataforma, aunque un poco sí, ya que desde que cambió su directiva está cortando cabezas a diestro y siniestro ante la más mínima pérdida de audiencia.
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Pero más allá de la plataforma, la verdad es que el fallo ha estado en el guión de la segunda temporada, tremendamente menos ágil e interesante que el de la primera.
Sin embargo, todos sabemos que Anne Lister tiene todos los condimentos como personaje para levantar cualquier show. Hay tanto que contar sobre sus diarios encriptados, sobre cómo aparecieron tantos años después, sobre sus otras pasiones, sobre el tremendo valor que demostró al subirse al carro de un mundo de hombres y no dejar que la bajaran.
Anne no se merece este descenso de la trama, ni que no se le de una segunda oportunidad. Además, será difícil en el futuro encontrar una actriz que borde tanto el papel como lo hace Suranne Jones. Me quito el sombrero ante su actuación.
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También nos hemos quedado con muchas ganas de ver la evolución de Ann Walker, interpretada por la guapísima Sophie Rundle. Un personaje que iba liberándose de su familia, cogiendo su propia voz. Podemos imaginar que hubiera llegado lejos.
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No sé si has visto ya la segunda temporada, pero seguramente coincidirás con nosotras: es bastante floja. No sabemos si, sabiendo que no habría continuación, sus creadores la han dejado morir y por eso no nos ha hecho vibrar. Igualmente, yo te recomiendo verla. Y es que es fascinante lo que esta mujer hizo en Halifax.
Lamentablemente varias tramas quedan irresueltas, pero vale la pena ver el devenir de la relación entre Anne Lister y Ann Walker, una historia de amor preciosa e imperfecta, que nos hace pensar que los lesbiandramas del siglo XIX son muy parecidos a los del siglo XXI