En la WNBA hay muchas estrellas, pero pocas brillan tanto juntas como Natasha Cloud e Isabelle Harrison, que se han convertido en una de las parejas más queridas —y visibles— del baloncesto femenino.
Natasha e Isabelle se conocieron hace años entre partidos y entrenamientos de la liga. La conexión fue inmediata. Ambas compartían pasión por el baloncesto, compromiso social y, sobre todo, un sentido del humor que se nota cada vez que suben algo a Instagram o TikTok.
Su relación se hizo pública en 2021, y desde entonces no han dejado de mostrar su complicidad dentro y fuera de la pista.
Durante años, tuvieron que vivir su amor a distancia, jugando en equipos diferentes. Pero en febrero de este año, Isabelle firmó con las New York Liberty, el mismo equipo en el que juega Natasha, y por fin pudieron compartir algo más que los veranos y las videollamadas.
Ahora viven juntas en Brooklyn, entrenan juntas y hasta pasean a sus tres perros —Coda, Brody y Prince— por las calles del barrio antes de ir al Barclays Center.
Una pareja que se apoya dentro y fuera de la cancha
Su relación no solo es bonita, también está llena de momentos icónicos. En el All-Star de julio, Isabelle le dijo a Natasha que necesitaba ganar el Desafío de Habilidades para poder dar la entrada de su nueva casa. Y Natasha ganó. Delante de miles de personas, le dedicó el trofeo y le dijo: “Vas a tener esa casa”.
Además de jugadoras talentosas, ambas son voces activas por los derechos LGTB+ y la igualdad racial. Natasha Cloud, especialmente, es conocida por su activismo, y juntas usan su plataforma para dar visibilidad a la diversidad dentro del deporte profesional.
Hoy, Natasha e Isabelle son mucho más que una pareja de la WNBA: representan una nueva generación de deportistas que aman sin esconderse y que celebran su historia con orgullo.
Y lo mejor es que, esta temporada, podremos verlas compartiendo equipo, ciudad y sueño.