“Hazte un favor y no vayas en público de la mano con tu novia, lo mismo así consigues un papel en una película de Marvel”. Es parte de lo que tuvo que escuchar Kristen Stewart cuando pasaban muchas cosas importantes en su vida, se convertía en una actriz de éxito a la vez que se abría al amor lésbico.
La encrucijada era la siguiente: apostar por su carrera o por su visibilidad. ¿Qué hizo Kristen? Lo que siempre hace. Lo que le sale de los ovarios. Porque Kristen Stewart no vino a Hollywood a pedir permiso. Vino a romperlo todo. Y nosotras aquí, aplaudiendo de pie desde la primera fila.
A los 18 años se convirtió en una estrella gracias a la saga de Crepúsculo, en 2017 salió del armario. Y ahí comenzó la presión para que ocultara sus relaciones con mujeres, cuenta la actriz en una entrevista a Harper’s Bazaar.
Kristen se convirtió en la reina de la visibilidad. Desde esta redacción se nos hacía difícil seguir sus aventuras y amores a tiempo real. ¡Y nos encantaba! Aparecía en diferentes medios de la mano de diversas chicas. Y aunque reconoció que perdió papeles por amar mujeres, su libertad no tiene precio.
“Simplemente quería disfrutar de mi vida y eso se hizo más prioritario que proteger mi vida, porque al protegerla la estaba arruinando”, contó en la entrevista. “Era como: no puedes salir a la calle con tu pareja, no puedes hablar de esto en las entrevistas… A mí me formaron con una mentalidad de la vieja escuela, en la que quieres preservar tu carrera, tu éxito y tu productividad y hay gente a la que no le gustas, y no le gusta que salgas con chicas y que no te identifiques como ‘lesbiana’, pero tampoco te identificas como ‘heterosexual’… Y la gente quiere saberlo todo, así que, ¿qué cojones eres?”.
¿Sabía que eso podía cerrarle puertas? Probablemente. ¿Le importó? Solo lo justo. Kristen fue de la mano de sus novias por donde quiso, posó con quien le dio la gana, y rompió ese viejo cuento de que las lesbianas visibles no podían triunfar.
Actualmente Kristen Stewart está felizmente enamorada y comprometida con su chica, Dylan Meyer, una guionista de cine amante de la naturaleza.
La actriz no solo ha hecho activismo con su vida y su visibilidad, también nos ha regalado varios papeles lésbicos, como The runaways, Happiest season, Los ángeles de Charlie, y Love lies bleeding.
Sabemos bien: cada vez que una mujer dice “voy a ser como soy”, otras miles respiran más libres. Porque cada vez que Kristen pasea con su pareja, sonríe en entrevistas y dice sin miedo que ama a una mujer, está derrumbando paredes invisibles que nos rodeaban desde siempre. “Quería disfrutar de la vida. No iba a trabajar con miedo.” Así lo dijo. Y así lo hizo.
