En el mundo del patinaje artĂstico, donde la tradiciĂłn ha dictado durante dĂ©cadas las reglas de participaciĂłn, un nuevo movimiento por la diversidad y la igualdad estĂĄ tomando fuerza. Las patinadoras de renombre mundial Gabriella Papadakis y Madison Hubbell han decidido aprovechar su retiro de la competiciĂłn profesional para abogar por un cambio trascendental: la inclusiĂłn de parejas del mismo sexo en las principales competiciones internacionales.
Gabriella es abiertamente bisexual, por lo que esta lucha la toca muy de cerca. Ambas deportistas entrenan juntas en la Academia de Hielo de Montreal, y aunque llevan años como rivales de patinaje, la idea de un mundo mås justo las ha unido.
Esta iniciativa, que desafĂa las normas establecidas en el patinaje artĂstico, busca abrir camino para que el talento y la creatividad no tengan barreras de gĂ©nero. HistĂłricamente, las competiciones han exigido que las parejas sean mixtas (hombre y mujer), limitando asĂ las posibilidades de que atletas del mismo sexo puedan competir en igualdad de condiciones.
Gabriella Papadakis, una de las patinadoras de danza sobre hielo mĂĄs laureadas del mundo, y Madison Hubbell, reconocida por su elegante estilo y precisiĂłn tĂ©cnica, han decidido tomar acciĂłn de la mejor manera que conocen: patinando juntas. SegĂșn cuentan todo comenzĂł como un juego, mientras entrenaban. “Nos dimos cuenta de que era bastante interesante y divertido y nos dijimos: cuando terminemos nuestra carrera competitiva, lo intentaremos de verdad”, dijeron a AFP.
Su mensaje es claro: el talento y la conexiĂłn en la pista no deberĂan verse limitados por el gĂ©nero. La quĂmica y la tĂ©cnica de una pareja pueden brillar sin necesidad de ajustarse a las normas binarias tradicionales. En sus propias palabras, “El patinaje artĂstico es una forma de expresiĂłn. La diversidad en la pista solo puede enriquecer nuestro deporte”.
La respuesta del pĂșblico y de otros patinadores ha sido en su mayorĂa positiva. Aficionados del patinaje han celebrado la iniciativa en redes sociales, y algunos excompetidores han mostrado su apoyo, resaltando la necesidad de modernizar las reglas de la disciplina. Sin embargo, la FederaciĂłn Internacional de Patinaje aĂșn no ha dado señales de cambiar sus normativas, lo que indica que aĂșn queda un largo camino por recorrer.
Con su activismo sobre el hielo, Papadakis y Hubbell esperan que futuras generaciones de patinadores y patinadoras no enfrenten las mismas limitaciones. Su esfuerzo por cambiar el panorama del patinaje artĂstico marca un hito en la lucha por la inclusiĂłn LGTBI en el deporte profesional y abre la puerta a una nueva era donde el amor por el patinaje sea lo Ășnico que importe en la pista.