Dominique Provost Chalkley sale del armario

Interpreta a la bisexual Waverly Earp en Winonna Earp

Es una de las estrellas de la serie canadiense estadounidense Winonna Earp, donde precisamente interpreta a un personaje bisexual, Waverly Earp, una actuación que le ha supuesto el absoluto reconocimiento de la comunidad LGTB por su profundidad y sensibilidad. En 2017 también interpretó a Elle en The Carmilla Movie, un film basado en la serie sobre la vampiresa lesbiana que inspiró al Dracula, de Bram Stoker.

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Pues bien, resulta que a Dominique no le era nada ajena esta vivencia pues, como ella misma nos cuenta, es bisexual, y decírselo al mundo le ha supuesto todo un camino de autoaceptación. Un camino que le ha ayudado a hacer su personaje en Winonna Earp, como ella misma explica, y el amor que ha recibido interpretándolo:

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“A través de esta maravillosamente esclarecedora aventura de hacer un personaje queer y conocer a sus fans, me he enfrentado a esa parte de mi que no se muestra. Participar en la comunidad me ha ayudado a ver, una y otra vez, a personas dando el paso y saliendo a la luz. Todos esos pasos adelante han ayudado a cambiar cómo el mundo ve la sexualidad. Me han hecho sentir que tengo que contribuir a ese cambio y que ser más yo. Así que ahí va: me gustan todos los humanos. Digamos que me pone el amor. Como fuere.. ya estoy fuera del armario!”.

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Una confesión divertida y maravillosa que, como ella misma dice, ayuda a avanzar a todas aquellas personas que viven todavía en un armario y que admirar profundamente a esta mujer. Sin duda, será el empuje definitivo para muchas personas hacia “la luz”. 

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En su carta, también ha hablado de cómo negó, entre la consciencia y la inconsciencia, su bisexualidad, para amoldarse a lo normativo y pasar desapercibida en una industria nada inclusiva:

“Desde que fui consciente de mi sexualidad me di cuenta de que me gustaban todos los tipos de formas y géneros. Pero desgraciadamente al momento me di cuenta de que aquello tenía connotaciones muy negativas. Debo añadir que tengo la suerte de pertenecer a dos familias muy open, pero aun así, en el exterior y en el planeta entero yo veía ese aspecto de mi como algo que me hacía”diferente” del resto. Eso me asustaba mucho, porque no quería ser diferente. Ser juzgada. Así que lo suprimí, querer que la gente me quisiera pesaba más que lo que yo misma quería (…) Pensé que era mejor esconder mi lado queer. Pero no lo fue. Callar una parte integral de uno causa mucha ansiedad y temor. Y aunque hice a la perfección mi labor de esconderme, con el tiempo me carcomían las inseguridades(…) “.