Relato erótico – “El abismo”
Su mirada lo decía todo. Afilada, decisiva como la hoja de un cuchillo. De un negro tan insondable como el infierno, las pupilas, tan peligrosas y tentadoras como el fuego. […]
Crónica de un Lesbiandrama: ¿Somos dramáticas las lesbianas?
Cuando parecía que yo era la única bollera en este planeta condenada a torturarme con mis pensamientos, mis culpabilidades y mis amores prohibidos, me metí a internet. Sorprendentemente, se abrió
Crónica de un Lesbiandrama: ¿Tienes una lesbiana tormento en tu vida?
Hace unas semanas una compañera de un curso me contó que estaba entre dos caminos. Camino A era una chica que había conocido por internet y con la que llevaba
Crónica de un Lesbiandrama: ¿Suerte en el amor o en el juego?
La suerte. ¿La suerte? Ganar un bingo disputado por cincuenta personas, ganar un número de lotería anhelado por miles. Obtener el interés, e incluso el amor, de una chica especial.
Crónica de un lesbiandrama: Mi primer trío
Es la crónica de un trío anunciado. No lo quería, no lo pedí, no lo esperé. Pero supongo que era el único puerto donde la fuerza del viento y la
Infecciones de transmisión sexual: Todo lo que tienes que saber para prevenir
¿Infecciones de transmisión sexual? En primer lugar, me gustaría reflexionar sobre el nombre que les hemos dado, porque tal y como suena podría parecer que la sexualidad fuera un foco
Relato erótico – “Al lado de la puerta”
Todas las cosas que necesitaba decirle cruzaban despacio mi cabeza. Todas las cosas que necesitaba decirle… y que no le diría. La habitación estaba llena de su presencia, tumbada ausente
Crónica de un lesbiandrama: Las relaciones libres y la estupidez
Hay muchas cosas que se activan en el cerebro cuando tu chica te dice que quiere tener una relación libre, que quiere estar con otras personas. A mí se me
Crónica de un lesbiandrama: El gen egoísta del amor
El gen egoísta, el mismo del que se valió Darwin para explicar la base biológica de la conducta de las personas, me sirve a mí para explicar la base biológica
Crónica de un lesbiandrama: Por qué te quiero
Eran las tres de la mañana. La ventana estaba abierta, entraba un aire frío que no podíamos sentir porque nuestros cuerpos estaban calientes y muy cerca el uno del otro.
