Sandra Barneda, uno de los grandes referentes lésbicos de nuestro país, acaba de cumplir 50 años (muchas felicidades, por cierto), y las redes han explotado de amor con la preciosa declaración que su novia, Pascalle Paerel, le dedica en su cuenta de Instagram:
“Cuando te conocí a los 46, saltamos directamente a las profundidades juntas. Contra todo pronóstico, años después, aquí estamos, más fuertes que nunca, celebrando tus 50 rodeadas de amor. Mi amor, te adoro tanto. Vamos a seguir saltando, lado a lado, hacia la vida y el amor durante los próximos 50 años. 50 y más hermosa que nunca.”
Sandra no se quedó atrás. Respondió la publicación con un emoticono de tarta y “vamos a comer juntos muchos pasteles ❤️ LVY sin parar”.
Sandra Barneda, periodista, escritora y figura pública, ha vivido amores que la han marcaron. Su relación con Nagore Robles fue conocida y muy seguida durante años, con luces y sombras. Pero el camino del amor es siempre incierto, y tras ese capítulo vendría otro que parece hecha para ella.
Fue en otoño de 2022 cuando empezó esta nueva historia con Pascale Paerel. La bailarina y empresaria neerlandesa, de origen holandés, con una hija y con un pasado profesional en danza y en el mundo del arte, apareció en la vida de Sandra como un soplo de aire nuevo. Poco a poco, esa relación fue saliendo de la discreción, hasta que ambas comenzaron a aparecer públicamente de la mano, compartiendo miradas, silencios y viajes
En 2025 dieron otro paso simbólico: firmaron juntas un documento que desató rumores de boda, pero que más bien era la adquisición de una casa en Ámsterdam, ciudad natal de Pascale. Un paso que habla de querer construir juntos un hogar, más allá de formalidades.
Nos conmueve porque habla desde el alma: no es un “feliz cumpleaños” plano, sino una declaración hecha a fuego lento. Decir “saltamos directamente a las profundidades” es reconocer que el amor también puede ser un acto de valentía. Nos toca porque celebra la continuidad, porque a los 50 ya no se buscan promesas vacías, sino un nosotras que trascienda los años, como expresa Pascale al decir que quiere seguir saltando junto a Sandra los próximos cincuenta.
Nos emociona porque visibiliza que el amor lésbico también envejece junto, que no solo merece celebrarse el inicio, sino la vida compartida, el tiempo vivido y los días que vendrán. Y, sobre todo, nos conmueve porque es un acto de visibilidad y orgullo: al hacerlo público, sin eufemismos, Pascale convierte su amor en un referente, un espejo para niñas que sueñan con madres visibles o para parejas que aún no se atreven a dar el salto.
Feliz vida, Sandra. Feliz aniversario de vida compartida. Que los próximos 50 te encuentren aún más amada, vibrante